miércoles, 17 de agosto de 2005

Ovnis antes de los ovnis

Así se titula uno de los capítulos del libro de Iker Jiménez, ENCUENTROS la historia de los O.V.N.I. en España, editorial Edaf, Madrid 2002. En este apartado, el autor muestra una serie de observaciones de fenómenos celestes extraños o misteriosos, según él, ocurridas antes del 24 de junio de 1947, fecha de inicio de las apariciones de los llamados platillos volantes.

Jiménez comienza de esta manera:

Oficialmente, y como ya hemos apuntado en esta obra, el 24 de junio de 1947 es el punto de partida para la "era oficial de los ovnis". Sin embargo, desde tiempos remotos se venían observando diversos fenómenos e ingenios en los cielos que, habitualmente, eran interpretados según fuese de poderosa la influencia del prisma religioso o racionalista en el lugar en cuestión. Señales del cielo y prodigios de los elementos, maldiciones proféticas o curiosidades de los astros, las teorías eran a veces tan baladíes como las que en nuestra época han ofrecido algunas fuentes oficiales.”

Y sigue unas líneas más adelante:

Como verán, lo de "era ovni" es un absurdo marchamo implantado por los americanos. Mucho antes, por supuesto, el misterio estaba en todos los cielos del mundo. Incluido el nuestro.”(página 335)

La mayoría de los casos relatados en esa sección corresponden a fenómenos naturales bien conocidos, eso sí, muy espectaculares pero hay uno que me ha llamado la atención. Se trata de una aparición celeste ocurrida en Madrid en el año 1896. A continuación reproduzco el avistamiento tal y como lo escribió Jiménez:


1896: OBJETO SOBRE LOS ORFANATOS DE MADRID

El 10 de febrero de aquel año un haz de luz irradió la calleja García Morato, lugar donde había varios edificios destinados a orfanatos e internados.
Según varios testigos presenciales, aquella luminiscencia hizo volver el día en plena noche, ante la sorpresa de los que estaban contemplando el fenómeno. Situado sobre los tejados, el cuerpo central lanzó una espiral lumínica que acabó tomando forma de pera invertida para desaparecer poco después en el horizonte ante la sorprendida mirada de los asustados madrileños.” (
páginas 337 y 338)

Esta observación aconteció hacia las 9:30 de la mañana y no fue, precisamente, un fenómeno misterioso ni la visión de un ovni. La explicación es mucho más prosaica. Se trató de la caída de fragmentos meteoríticos. Más información en:

http://rshn.geo.ucm.es/bienal/12/b12_hist.htm#histindice

Lo que verdaderamente resulta sorprendente y enigmático, en este caso, es lo que hizo la “luminiscencia”. Lo podrán averiguar, si no lo han hecho ya, leyendo en el relato la frase que he puesto en negrita.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan Carlos: ¿por qué es enigmática la luminosidad indicada? Muchos bólidos poseen luminosidades de -10 y -15, suficiente para iluminar casi como el día durante unos instantes una zona enorme.

Anónimo dijo...

Juan Carlos: el anonymous anterior soy yo. Saludos.

Anónimo dijo...

Ricardo, no es la luminosidad lo enigmático, sino lo que hizo. La aparición ocurrió en pleno día, a las 9:30 de la mañana. Por lo tanto, es un poco raro que el día se volviese noche. Eso es lo que entiendo en el citado texto.

Saludos.

Anónimo dijo...

Ah, sí. Ya que la fuente que aparece en el link me parece digna de crédito -en cuanto a la hora indicada-, la única explicación que se me ocurre es que se trate de un añadido "creativo" de Jiménez para realzar la extrañeza del espectáculo celeste, cosa que no sería de extrañar.

Asigan dijo...

El texto de Iker dice que la "luminiscencia" convirtió el día en noche. Es decir, que la luz osucreció el día? Ridículo.

Asigan dijo...

Ah no, dice, solo que en su enrevesada prosa, que convirtió la noche en pleno día. Falso en todo caso. Y ridículo siempre