jueves, 26 de julio de 2012

El expediente Sacedón: ¿Un incidente misterioso?

Como últimamente se está hablando bastante del susodicho expediente, al final me ha picado la curiosidad y he consultado el documento desclasificado por el MOA para ver qué ocurrió o qué observaron los testigos. La última mención del caso, que conozco, ha sido en la revista Año/Cero, nº 7 (julio 2012), en un artículo de David Cuevas y Juan J. Sánchez-Oró titulado Expediente Sacedón: Objetos submarinos no identificados.

Dicho artículo comienza con un resumen del caso (ocurrido el 8 de febrero de 1969) contenido en el informe desclasificado:

Un matrimonio viajando en automóvil desde la urbanización "Las Brisas" a Sacedón, a las 20:30 horas, divisó un objeto esférico desplazándose a poca velocidad. Presentaba color rojo llameante en su parte delantera, cuerpo plateado y estela azul. El tamaño aparente era "como la Luna o más pequeño", y la altura estimada inferior a 300 metros. La trayectoria fue rectilínea, sin cambios de altura. Desapareció súbitamente después de 5 ó 6 segundos.

Los autores han olvidado, al citar el relato, un dato a mí juicio clave para entender que el fenómeno luminoso no tenía nada de submarino: La forma de desaparecer del pretendido OVNI. Según la declaración de los testigos, que figura en el informe del juez informador de fecha 12 de febrero de 1969, lo hizo de la siguiente manera:

...desapareciendo súbitamente cuando estaba sobre el pantano y sin ocultarse detrás de las montañas ni de otro obstáculo.

(El subrayado es mío)


Otros datos: Noche despejada, visibilidad extraordinaria, viento en calma y una temperatura de 5º. Dibujo del fenómeno luminoso realizado por el declarante.


Toda la información del avistamiento, mostrada en el expediente, se corresponde perfectamente con la visión de un espectacular bólido. Sin embargo, los autores del reportaje dicen:

Cuando dicho documento fue desclasificado, 23 años después de su elaboración, se intentó explicar como un simple bólido... Una hipótesis que nada tiene que ver con la realidad, como podrán comprobar a lo largo del presente reportaje.

Cuevas y Sánchez localizaron a uno de los testigos del incidente de Sacedón, Visitación N., que les contó lo siguiente:


Como puede apreciarse en el relato, hay una seria contradicción sobre la forma de desaparecer del fenómeno luminoso (Subrayado mío en el texto capturado del artículo). Han transcurrido 43 años y es normal que los recuerdos se deformen, se adornen o simplemente las lagunas sean rellenadas, directamente, con nuevos elementos.

Sigo leyendo el reportaje para ver donde exponen, sus autores, que la explicación del bólido no tiene nada que ver con la realidad (?). Muestran una serie de casos, sin precisar fechas y muy resumidos, ocurridos en la zona de Sacedón, pero que nada tienen que ver con el incidente que nos ocupa.

Y terminan el artículo con dos observaciones ocurridas, en Ciudad Real y Daimiel, el mismo 8 de febrero de 1969 hacia las 20:30 horas. Estos dos casos si parecen tener relación con el expediente de Sacedón y, además, confirmarían la hipótesis del bólido.

A continuación la nota publicada por el diario Lanza de Ciudad Real, el día 9 de febrero de 1969.



Y nota publicada por el diario Madrid, el 11 de febrero de 1969.


A continuación, señalo en un mapa los puntos desde donde se observó el fenómeno luminoso. La separación de los lugares de observación revela que la bola de fuego estaba bastante alta y no a 300 metros, como indicó el testigo (típico error de apreciación).



En definitiva, el pretendido OVNI del expediente de Sacedón fue un fenómeno luminoso visto, en principio, desde tres lugares bastante separados entre si, con un tamaño aparente como el de la Luna llena, una aparición fugaz (5 ó 6 segundos), una desaparición súbita en el cielo (no introduciéndose en el pantano de Entrepeñas), etc., datos que apuntan claramente a la visión de un bólido espectacular


Si algunos ufólogos o cronistas de lo insólito todavía siguen interpretando fenómenos normales como cosas inexplicables, tienen "misterios" para rato.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo que veo, de este resumen, todos los datos presentados en el artículo son correctos.

Lo que parece llamar la atención a los autores del artículo es la discrepancia entre el informe oficial y el testimonio de la testigo. Es ahí donde aparece la supuesta característica submarina del fenónemo. Luego, los autores no mienten al englobarlo dentro de los fenómenos submarinos.

El autor de este blog resuelve el asunto diciendo que el relato del testigo es una deformación o fabulación producida por efecto del tiempo. Sin embargo, el testimonio no tiene pinta de ser una deformación de la memoria tan clara. La descripción es precisa y revela el impacto que causó la experiencia en la persona hace 40 años. Incluso, la pregunta final que se hace el testigo, parece ser la de alguien que observó algo raro y se quedó con ese interrogante de manera permanente a raíz de los visto. No a partir de una fabulación posterior. Quizás el problema estuvo en la toma de datos del expediente. Quizás el testigo no quiso comentar ciertos detalles para que no le tomaran por loco. Esto también convendría verificarlo.

En fin, no entiendo la conclusión irónica a la que llega el autor de este blog. No es procedente después de todo lo expuesto. El artículo no miente, da todos los datos y hace hincapié en una contradicción entre un testigo y un informe. ¿Dónde está el problema?

Cada vez entiendo menos a aquellos revisionistas que intentan sacar punta a algo que no la tiene y terminan acudiendo a las críticas a las personas cuando no pueden hacerlas sobre los hechos.
Eso sí que es penoso y de una bajeza metodológica que deja mucho que desear. Pero como publicar en un blog sale gratis...

Ricardo Campo Pérez dijo...

"Cada vez entiendo menos a aquellos revisionistas que intentan sacar punta a algo que no la tiene y terminan acudiendo a las críticas a las personas cuando no pueden hacerlas sobre los hechos"

Lo cual demuestra que andas anclado en la ufología de los años sesenta, o más atrás aún, en aquella que profesa los dogmas de la inmaculada percepción. Por supuesto, no puede faltar la falacia de las "críticas a las personas", una estupidez propalada por los pseudoperiodistas del misterio, hostia del tamaño de la rueda de un Jumbo que la ufología patatera española se tragó sin masticar.

Me hace gracia lo de "revisionistas": presupone que hay una verdad establecida en esa gran pocilga intelectual que es la ufología española -en su inmensa mayoría- que no debe ser cuestionada. Me parece un miedo típico de inútiles incapaces de explicar un supuesto misterio, temerosos con la posibilidad de romper con los cuatro dogmas falsos del platillismo, alérgicos a la consideración y aplicación de las enseñanzas básicas de la psicología de la percepción y del recuerdo, y de la sociología de las creencias.

Parece más que obvio que lo visto por varios testigos al mismo tiempo fue un simple bólido, fenómeno que en muchas otras ocasiones ha producido observaciones "misteriosas", de esas que los ven volar "a 300 metros de altura", cuando la mayoría de los testimonios suelen hacer descripciones mucho más cercanas a la realidad. Pero claro, ahí están los pseudoufólogos de campo y playa para resaltar el testimonio más aberrante y para elevarlo a prueba de que hay un fenómeno raro que te cagas, o algo ET, que lo digo yo que llevo chaleco de Indiana Jones y en realidad no me lo creo, pero finjo de cine.

Anónimo dijo...

Sr. Campo Pérez.

¿Por qué distorsiona el resumen realizado por el autor de este blog? ¿Dónde está la alusión a "un fenómeno raro que te cagas" o a los "ETs"? Desconozco si aparece en el artículo original. Sospecho que no porque ya se hubiera encargado el autor de este blog de destacarlo.
Lo que tenemos aquí en el típico ejercicio de completar una información antigua. Un expediente que por el mero hecho de existir se entiende que alguien, en algún momento, consideró relevante el redactarlo o abrirlo.
Unos periodistas observan una discrepancia entre esa fuente y el testimonio del testigo. ¿A qué puede deberse?
Opción A) Deformación del recuerdo. Resulta raro por el relato del testimonio actualizado que añade detalles que parecen le causaron un impacto y preguntas difilmente borrables justo en el momento en que vio algo a su juicio raro hace 40 años.

Opción B) La testigo dice la verdad. En el expediente, el testigo es el marido. Ahora habla la mujer. ¿Pudo ir conduciendo el marido y, por lo tanto,éste solo vio la trayectoria del bólido? ¿Pudo ver la mujer lo que ahora cuenta y completar la visión del fenómeno dado que no iba conduciendo el coche? La mujer no testificó y, por lo tanto, sus impresiones no fueron registradas en el expediente.

En lugar de hacer este planteamiento se ironiza con los autores, cuando no han hecho nada más que completar un expediente antiguo. El "misterio" lo aporta la propia génesis del expediente. Los periodista dan más datos al respecto y no parecen hablar ni de naves, ni de ETs. No fabulemos al leer, lo que no es. Que de este artículo todavían no han pasado 40 años para deformarlo.

Por cierto, "revisionista" quiere decir "el que revisa". Las interpretaciones peyorativas las hace el que lee el término. Y es evidente que las líneas irónicas finales del autor del blog son desafortunadas. Esta es una de las entradas más flojas que pueden leerse en este blog. No pasa nada. No siempre tenemos días brillantes.

Aquí la crítica a este artículo de Año Cero está cogida con pinzas, en lugar de agradecer que la información sobre un expediente se haya completado a partir del recuerdo del otro testigo del mismo que hasta ahora no había hablado.

Sinceramente, sigo sin ver el problema del artículo original. Lo que sí veo son muchas sobreinterpretaciones, lectura de intenciones, etc. que parecen fruto del prejuicio del autor de este blog.

Juan Carlos Victorio dijo...

Sr.anónimo, no de tantas vueltas y vaya al meollo de la cuestión. Si lee usted el artículo de Año Cero, para sus autores el pretendido OVNI de Sacedón no fue un bólido. Es más, en el citado reportaje dicen algo así como que mostrarán que esa explicación no tiene nada que ver con la realidad. Pero llega el final del artículo y no lo demuestran.

No hace falta ser muy lince para descubrir que lo que se vio ese 8 de febrero era un simple bólido, eso sí, muy expectacular.

Sobre la testigo hay que señalar que los propios autores no están seguros de si es o no es uno de los testigos del expediente desclasificado. Además, como indico en la entrada, su relato resulta contradictorio: "cayó al otro lado del pantano" y luego dice: "se metió dentro del pantano". En qué quedamos?

¿A ver si este dato de la testigo está influenciado por los prejuicios de los autores, en sus ganas de encontrar OVNIs submarinos?

Anónimo dijo...

(Primera parte)

Sr. Vitorio.

No quiero parecer pesado. Pero lo mismo llegamos a un sencillo entendimiento.

En verdad, insisto en que el artículo de Año Cero no me parece como para concluir: “Si algunos ufólogos o cronistas de lo insólito todavía siguen interpretando fenómenos normales como cosas inexplicables, tienen "misterios" para rato.”

Creo que usted ha intentado “estrujar” demasiado una artículo que tiene más elementos positivos que negativos. Supongo que le ha movido a hacerlo más el medio en el que aparece publicado que otra cosa. Si el mismo artículo hubiera sido publicado en la prensa local de Guadalajara o en un boletín de folklore sobre La Alcarria, seguro que se hubiera ahorrado las tres líneas finales.

¿Por qué digo que tiene elementos positivos? Porque rescata el testimonio de otro testigo de un expediente antiguo y, por lo tanto, completa la información vertida originalmente en él. Sea bólido o no lo sea, ahora tenemos una visión del suceso más completa. Incluso de ser un bólido, como bien dice, ahora sabríamos que es mucho más espectacular de lo que originalmente parecía.

En consecuencia, me sigue pareciendo “insólito”, sin que esto me lleve a creer en visitas de ETs en las cuales no creo.

(Continua...)

Anónimo dijo...

(Segunda Parte)

Usted dice que la mujer pudiera no ser la esposa del testigo que figura en el expediente. Es cierto que el nombre del marido no figura en el mismo. Pero imagino que los autores habrán comprobado los datos fundamentales para relacionarla con el expediente: que coincidan las fechas; que coincida el lugar del avistamiento; que el marido de la testigo tenga la misma profesión que quien figura en el expediente, etc. etc. Por lo tanto, si no es la esposa del susodicho. Podría ser otra persona, otro testigo del mismo fenómeno. Luego, a priori, sigue siendo válido su testimonio para completar el avistamiento. Si es la esposa del “expedientado”, mejor que mejor.

En segundo lugar, no veo contradicción en el testimonio de la mujer: “cayó al otro lado del pantano” y “se metió en el pantano”. Desde la perspectiva de la testigo, entiendo que el pantano tiene dos lados: “este lado del pantano”, es decir, el más próximo a ella y el “otro lado del pantano”, el más alejado de su punto de observación. Lo que interpreto, por pura habla popular, es que la esfera luminosa fue a parar al otro lado del pantano, cuando ella estaba en este lado del pantano. Y, luego, la esfera luminosa maniobró sobre el agua, etc etc.

En tercer lugar. Es posible que lo que ella diga ahora sea producto de un recuerdo deformado. Que usted aporte como argumento algún artículo de psicología sobre la deformación de la memoria está muy bien. Yo podría presentarle también artículos y tesis doctorales sobre la memoria autobiográfica y el papel y la función que dentro de ella desempeñan los denominados “recuerdos imborrables” que son muy fieles a un hecho acaecido en el pasado de un individuo. Aparecen cuando una persona vive un suceso que le impacta emocionalmente.

Aquí lo importante es saber ante qué estamos: “recuerdo deformado” o “recuerdo imborrable”. Tal como yo lo veo, no descartaría el segundo. La maniobra la esfera que describe es elaborada y, sobre todo, la pregunta que hace al final: “¿Cómo podía hundirse eso en el pantano? ¿Tanta profundidad tiene?” Me suena a la perplejidad que surge nada más haber visto el suceso y que es muy fácil de retener toda la vida. Es una perplejidad que, creo, solo puede tener su origen en el mismo instante de tener la experiencia.

Por último, reitero la posibilidad de que fuera la esposa del testigo del expediente. Su testimonio no entraría en contradicción con el de su marido, porque este quizás iba conduciendo y para evitar distracciones solo vio parte del suceso. La testigo tendría más oportunidad de ver el suceso al completo y observar cómo se sumergió en el pantano. Habría que volver sobre la testigo a ahondar en esta cuestión.

En definitiva. Sr. Vitorio, usted tiene un blog muy interesante y necesario, pero determinados excesos y pérdida de moderación, a veces hacen que “rechinen” ciertos análisis elaborados por su parte.

Si se ahorra esa bilis que parece asomar al final, ganará más credibilidad en sus exposiciones.
Insisto, creo que el citado artículo de Año Cero, tiene más elementos positivos que negativos y creo que la interpretación del mismo que acabo de hacer no resulta nada descabellada. No sé qué opinará usted.

Gracias, Sr. Victorio por haber contestado mi comentario.

Ricardo Campo Pérez dijo...

¿Pero aquí quiénes son los que tienen los "recuerdos imborrables", la que vio el fenómeno volar a "menos de 300 metros sobre el suelo" e "introducirse en el pantano" o los abundantes testigos de Daimiel y Ciudad Real? ¿Por qué los que tienen "recuerdos imborrables" son los que hicieron la descripción más creativa de un fenómeno con toda la apariencia de ser un trivial bólido y no los que lo describieron de una manera mucho menos impactante y fantasiosa, siendo estos los más, como queda constancia en las noticias de prensa?

¿Qué milonga quieren vender los que proceden de esta forma una y otra vez con tal de no reconocer la naturaleza astronómica-atmosférica de un fenómeno como el descrito en el artículo?

Anónimo dijo...

Sr. Campo.

La testigo de Sacedón es la que vio sumergirse a la esfera en el pantano. Con ella parece acabar el avistamiento.

Los testigos de Daimiel y Ciudad Real, sólo vieron pasar la esfera de luz.

Por tal motivo, considero que el testimonio recogido por Año Cero resulta valioso dado que podría completar el avistamiento de un fenómeno y, por añadidura, la información recogida en un expediente hace 40 años.

Creo que esto tiene un innegable valor periodístico.

Incluso, también puede tener utilidad astronómica y meteorológica para quien sepa apreciarla, dado que podría describir el impacto en el agua de esa esfera, repito, sin necesidad de tener que suponer la existencia de una nave ni de ETs. Creo que en el artículo no salen a relucir naves ni ETs tampoco.

Por consiguiente, mi "queja" venía de que el autor del blog cargara las tintas irónicas sobre los autores del artículo, en lugar de apreciar estos detalles que he puesto de manifiesto en mis comentarios y que podrían ampliar la información sobre un suceso que “pinta” bastante curioso, sin necesidad de ser “marciano”. Nada más.

Ricardo Campo Pérez dijo...

Ya, pero el problema es que no hay forma de distinguir claramente entre el testimonio de la mujer y los variados testimonios de Ciudad Real y Daimiel, es decir, que realmente vieran dos cosas distintas. Al contrario, la información lleva a pensar todos vieron lo mismo, y que esto se parece mucho a un bólido. Así que debemos pensar que la descripción de la mujer es un caso más de descripción creativa y exagerada, como siempre que se produce un fenómeno luminoso como el citado (hay testimonios puntuales de otros casos en los que los bólidos se han "parado" en el aire y "cambiado de dirección" según algunos testimonios, frente a docenas que no informaron en este sentido). El error está en centrarse en este tipo de testimonios porque realmente no tienen valor (más allá del propio valor como documentación sobre cómo experimentan y recuerdan algunas personas ciertos fenómenos) y descartar, como periodísticamente poco interesantes o poco explotables la mayoría, mucho más acorde con lo que realmente se vio.

Realmente lo extraño sería que esos testimonios extraños y creativos no se produjesen, porque siempre hay personas cuya fiabilidad como testigos se aleja de la media (son creativos, mezclan recuerdos reales con recuerdos fabricados, son influidos por los medios de comunicación y por los "ufólogos" que los visitan, por sus creencias previas, por sus temores, por el vecino, por lo que oyeron en la radio o en la televisión, por lo que leyeron en la prensa los días posteriores, reconstruyen su memoria y ésta cambia en mayor medida que lo que cambia en todos los seres humanos. Y todo ello a posteriori, no me meto aquí con los factores que influyen en la percepción en directo, en el acto).

Y un nuevo problema añadido a todo esto es que precisamente esos testimonios alejados de la media son los que han predominado periodísticamente en las revistas de misterios comerciales, dudosas per se; es decir, han construido un pseudo-fenómeno fraudulento, han convertido en anomalía del género humano a Pau Gasol por medir 2,15 metros. Pero bueno, así ha funcionado siempre la ufología periodística, que sabe qué teclas tocar, sabe qué expresiones usar para sugerir veladamente, cómo hacer que la gente predispuesta lea más de lo que hay escrito, y para que compre el mes que viene la revista de turno a la búsqueda de su ración de maravillas espaciales.

Flanaghan dijo...

Me recuerdan ustedes los debates sobre la crisis económica entre miembros del PP y del PSOE, je, je.

Unknown dijo...

Ciertamente el expediente Sacedón es misterioso, pues sobre lo que se ha publicado hasta ahora -prensa y revistas onilogicas- se deriva claramente la duda: ¡Hubo Base-ovni submarina en el pantano?? Parece que si, señores ufolocos. Ahora bien, en un blog se dice que no, que el caso es explicable. De acuerdo, pero tengan en cuenta que luego, cuando nosinvandan los extraterrestres para comernos como si fuesemos olivas, no valdrán excusas o justificaciones filosóficas de tres al cuarto de los señores escépticos habra que admitir la realidad.
Buenas tardes.

Ricardo Campo Pérez dijo...

Undertaker, en tu comentario hay más sentido común que en toda la obra de Juan José Benítez y en la de todos aquellos a quien ha inspirado. No es que esto sea un mérito importante, pero, no obstante, te felicito.

Para el minino dijo...

Aúnque sea involuntariamente y a tu pesar...

! Gracias por ser tan tronchante !

Anónimo dijo...

"así ha funcionado siempre la ufología periodística, que sabe qué teclas tocar, sabe qué expresiones usar para sugerir veladamente, cómo hacer que la gente predispuesta lea más de lo que hay escrito, y para que compre el mes que viene la revista de turno a la búsqueda de su ración de maravillas espaciales".

¡¡¡Jajajaja!!! Simplemente tronchante. Oiga usted, ¿pero qué sandez está diciendo? Si en el caso de este artículo, los testimonios son LITERALES. Las grabaciones existen, yo las he escuchado en programas de radio o conferencias. Es lo que dice la testigo, sin más. Si la señora dice que aquella luz se metió en el agua, ¿cómo leches va a tratarse de un bólido? ¿Está llamando gilipollas a la testigo? Porque una cosa es que exagere mínimamente un hecho por causas psico-temporales (la luz medía tanto o cuanto e hizo un giro hacia un lado u otro), y otra que fabule con que esta sobrevuele y se introduzca... ¡EN UN PANTANO!

En fin, así va la ufología de salón, que no solo juzga desde la silla en base al artículo de una revista comercial (a sabiendas de que estos se editan y recortan), sino que encima lo explica de la forma más inverosimil: Lo que dice la testigo no cuadra con el fenómeno astronómico de turno = la testigo miente. Tócate los huevos.

No, si aún acabarán sentenciando que, en caso de que lo que vio esta señora no fuera el famoso bólido, la culpa la tuvo Venus... tiempo al tiempo.

Ricardo Campo Pérez dijo...

"¿Está llamando gilipollas a la testigo?"

Sí tu te creyeras lo que escribes te llamaría gilipollas a ti, pero como no te lo crees sonrío de lado.

Es lo que dice la testigo, sin más dijo...

Si la señora dice que aquella luz se metió en el agua,pues se metió en el agua,punto.

Los testigos NUNCA mienten y NUNCA se equivocan.

El testimonio humano es IN-FA-LI-BLE.

Alabado sea J.J Benítez.

Miguel Salvatierra dijo...

Señores, considero que la cuestión importante es: ¿Hubo OVNIS en Sacedón? Sí, claro que los hubo, de acuerdo a los testimonios humanos recogidos hasta ahora. La cuestión secundaria es: ¿Base de OVNIS submarinos en el pantano? Dudoso, según los mismos testimonios a debate. Finalmente, ¿De qué estamos realmente hablando? Pues muy sencillo, de la observación por varias personas de un bólido. Se ha explicado en un blog. Saludillos.

Anónimo dijo...

Yo creo que era una de esas cositas que caen por la tarde tras los sicomoros a la hora del té...