lunes, 2 de diciembre de 2013

Incidente OVNI en Monreal del Campo

A continuación, voy a examinar otro suceso clásico de encuentro cercano y aterrizaje de un objeto volante no identificado. El avistamiento se produjo el día 9 de marzo de 1969 entre las localidades de Villafranca del Campo y Calamocha (Teruel) y está incluido en: La Enciclopedia de los encuentros cercanos con OVNIS (1987), de Vicente-Juan Ballester Olmos y Juan Antonio Fernández Peris. Seguidamente, un relato de la observación tomado de la citada obra (Págs. 180-181).


Hacia las 21:35 horas del mencionado día, los testigos tres jóvenes que se dirigían de Teruel a Zaragoza, al pasar Villafranca del Campo (Teruel) observaron a su izquierda, hacia el Oeste y a unos 3 kilómetros de distancia, una fuerte luz blanca que se desplazaba paralelo a la carretera. Los observadores se detuvieron en dos ocasiones para observar mejor el fenómeno y éste también se detenía cuando ellos lo hacían. De nuevo tenemos aquí la típica ilusión de persecución descrita en este blog en múltiples ocasiones. El estímulo que inició el avistamiento fue, sin duda, el planeta Venus, visible a la citada hora hacia el Oeste y cerca del horizonte.

Antes de llegar a Monreal del Campo, el OVNI pareció descender verticalmente y lo perdieron de vista por culpa de un cambio de rasante. Cuando lo volvieron a ver, los testigos estimaron que estaba posado, o a poca altura de suelo, y a 2 kilómetros de distancia:

Junto al OVNI, a su izquierda, se apreciaba una luminosidad blanca, esférica, de un tamaño notablemente inferior. Los testigos sin detenerse, continuaron su viaje, dejando atrás los dos objetos.

Un poco más adelante, dos de los observadores vieron el OVNI, siempre a la izquierda, a menos de 2 kilómetros, más grande, más definido y acompañado por la esfera luminosa de menor tamaño.


Continuaron hasta que al llegar a la entrada de Calamocha pararon, viendo en dirección SW, casi en el mismo lugar de la última observación, un resplandor intermitente rojizo que parecía salir del suelo, de un tamaño aparente de 0,5 cm.
No escucharon sonido procedente del OVNI ni hubo alteraciones en la radio del vehículo. Cielo despejado y buena visibilidad. La observación duró unos 45 minutos.


Una vista actual del horizonte Oeste, entre Villafranca del Campo y Monreal del Campo.

Todo apunta a que el estímulo que provocó la observación, desde el principio hasta el final, fue el planeta Venus. Estaba en la misma posición que el OVNI y descendiendo hacia su ocaso, por lo tanto, llamativo. Además, en el incidente aparecen ilusiones y errores de distancias, tamaños, etc., típicos en las observaciones visuales. La luminosidad blanca esférica pequeña, ubicada a la izquierda del OVNI, vista en las últimas fases del incidente se trataría, probablemente, del planeta Saturno, ubicado a la izquierda de Venus como puede verse en la carta celeste.

A continuación un mapa de la zona mostrando el trayecto de observación y el azimut del planeta Venus, coincidente con la posición del pretendido OVNI.

Otro avistamiento, ejemplo típico de encuentro cercano, provocado por la reina de los OVNIs, en esta ocasión acompañado por el planeta Saturno.





4 comentarios:

Julio Gamba dijo...

No explica usted el resplandor intermitente de color rojizo, que parecía salir del suelo. Saludos.

Juan Carlos Victorio dijo...

Sr. Gamba, ese elemento es irrelevante. A saber de donde, o de qué, procedía ese resplandor.

Saludos.

Ricardo Campo Pérez dijo...

Cerca de su ocaso los cuerpos astronómicos suelen cambiar de color -y de forma- debido a la refracción atmosférica. El color rojizo es habitual, así como tonalidades fuertes de anaranjado. El ejemplo típico es el Sol en su ocaso. Ese "resplandor intermitente de color rojizo que parecía salir del suelo" puede ser interpretado en este sentido, una más de las creativas interpretaciones que realizaron los testigos de la 'aparición' de Venus.

Vicente-Juan Ballester Olmos dijo...

Como autor del informe original, publicado en mi libro Enciclopedia de los encuentros cercanos con OVNIS (Plaza & Janés, 1987, con J.A. Fernández Peris) felicito a Juan Carlos Victorio por analizarlo desde el punto de vista astronómico y hacer sido capaz de resolver el avistamiento. Ya a mediados de los años ochenta, los autores del libro usábamos información astronómica para evaluar ciertos casos. ¿Cuál fue nuestro error y no hacerlo en este caso? Pues haber sucumbido a la aparente exactitud y pulcritud con que nos vino la información de los testigos (ver el dibujo perfecto de un objeto con estructura). La lección a extrapolar de esta meritoria investigación de gabinete de Victorio muestra el paradigma de la confusión en ufología, como dos planetas se convierten en dos objetos volantes complejos al pasar por el tamiz de la sorpresa y la imaginación de los testigos. El testimonio de los observadores debe ponerse en cuestión siempre. Si algún día existe un libro de texto sobre OVNIS, este fenómeno de la "confusión extrema" debe ser uno de sus capítulos.
Saludos cordiales,
Vicente-Juan Ballester Olmos