Vuelvo a la “década dorada”, concretamente a octubre de 1975. El día 7 del citado mes, La Gaceta del Norte publicaba un pequeño artículo dando cuenta de la aparición de un “ovni” entre estas dos poblaciones, que se mantuvo a la vista durante más de dos horas. Como veremos, el avistamiento puede incluirse en los casos del Tipo I o aterrizajes puesto que el “ovni” fue visto despegando del suelo. Como oportunamente comprobaremos, se trata de otra típica confusión con el planeta Venus.
Se desconoce quién fue el testigo, ya que no quiso dar su nombre cuando relato la historia al periódico. El hecho ocurrió en la madrugada del domingo (hacia las 5:15 h) día 5 de octubre. El observador se encontraba en la primera gasolinera que hay saliendo de Irurzun dirección Pamplona:
“...Al salir de la misma, hizo algunos destellos con las luces de su coche para avisar a quien pudiera acercarse. En ese momento, y sobre los pinos que hay al otro lado de la calzada, vio elevarse desde el suelo un objeto brillante...”
“...Me asusté y eché a andar con el coche, a toda la velocidad que pude. Vi que me seguía a unos trescientos o quinientos metros. Paré y él también lo hizo.”
“Seguí con el coche hasta un hotel de las afueras de Pamplona. Allí paré y salté del coche.
-¿Qué hizo el aparato?
Se quedó inmóvil sobre el tejado de unas casas que había enfrente. El vigilante de la gasolinera también lo vio. Cuando salimos fuera, él se acercaba y al meternos se alejaba un poco.
-Entonces lo pudieron ver perfectamente. ¿Qué forma tenía?
Era como un sombrero de un picador, de unos tres metros de diámetro y tenía dos antenas con una bola en la punta. Giraba sobre si mismo y lanzaba destellos.
-¿Cómo cuánto tiempo estuvieron viéndolo?
Hasta que llegó el vigilante de día de la gasolinera; sobre las siete de la mañana. Conforme se acercaba el día se iba elevando hasta que desapareció.”
A las 5:15 horas locales (GMT+1) el planeta Venus estaba en el cielo, ubicado hacia el Este (azimut 273.59º) y tenía una altura sobre el horizonte de unos 15.55º. El orto se produjo hacia las 3:49 horas. El despegue de la luz pudo ser una ilusión provocada por un movimiento hacia abajo del coche al entrar a la carretera. El observador tenía al citado planeta a baja altura, delante y un poco a la izquierda, según el sentido de la marcha. Las distancias, persecuciones e inmovilizaciones del “ovni”, imitando los movimientos del vehículo, son ilusiones debidas a errores de percepción y a la paralaje. El “ovni” o el astro fue contemplado (¡durante más de dos horas!) hasta que empezó a amanecer. Al despuntar el día el planeta, poco a poco, dejó de verse lo que fue interpretado como que desapareció.
Si realmente estuvo en el cielo, todo ese tiempo, un artefacto volador extraño resulta inaudito que nadie más lo viera. La duración de los bólidos (más brillantes y espectaculares que las estrellas fugaces) suele ser muy breve y sin embargo aparecen cientos o miles de testigos.
Llama la atención, y puede ser muy instructivo a la hora de estudiar otras observaciones similares, la percepción de distancias, tamaños, formas, maniobras, persecuciones y hasta despegues del suelo atribuidas a una luz en el cielo que, como hemos visto, resulta ser un astro brillante.
Se desconoce quién fue el testigo, ya que no quiso dar su nombre cuando relato la historia al periódico. El hecho ocurrió en la madrugada del domingo (hacia las 5:15 h) día 5 de octubre. El observador se encontraba en la primera gasolinera que hay saliendo de Irurzun dirección Pamplona:
“...Al salir de la misma, hizo algunos destellos con las luces de su coche para avisar a quien pudiera acercarse. En ese momento, y sobre los pinos que hay al otro lado de la calzada, vio elevarse desde el suelo un objeto brillante...”
“...Me asusté y eché a andar con el coche, a toda la velocidad que pude. Vi que me seguía a unos trescientos o quinientos metros. Paré y él también lo hizo.”
“Seguí con el coche hasta un hotel de las afueras de Pamplona. Allí paré y salté del coche.
-¿Qué hizo el aparato?
Se quedó inmóvil sobre el tejado de unas casas que había enfrente. El vigilante de la gasolinera también lo vio. Cuando salimos fuera, él se acercaba y al meternos se alejaba un poco.
-Entonces lo pudieron ver perfectamente. ¿Qué forma tenía?
Era como un sombrero de un picador, de unos tres metros de diámetro y tenía dos antenas con una bola en la punta. Giraba sobre si mismo y lanzaba destellos.
-¿Cómo cuánto tiempo estuvieron viéndolo?
Hasta que llegó el vigilante de día de la gasolinera; sobre las siete de la mañana. Conforme se acercaba el día se iba elevando hasta que desapareció.”
A las 5:15 horas locales (GMT+1) el planeta Venus estaba en el cielo, ubicado hacia el Este (azimut 273.59º) y tenía una altura sobre el horizonte de unos 15.55º. El orto se produjo hacia las 3:49 horas. El despegue de la luz pudo ser una ilusión provocada por un movimiento hacia abajo del coche al entrar a la carretera. El observador tenía al citado planeta a baja altura, delante y un poco a la izquierda, según el sentido de la marcha. Las distancias, persecuciones e inmovilizaciones del “ovni”, imitando los movimientos del vehículo, son ilusiones debidas a errores de percepción y a la paralaje. El “ovni” o el astro fue contemplado (¡durante más de dos horas!) hasta que empezó a amanecer. Al despuntar el día el planeta, poco a poco, dejó de verse lo que fue interpretado como que desapareció.
Si realmente estuvo en el cielo, todo ese tiempo, un artefacto volador extraño resulta inaudito que nadie más lo viera. La duración de los bólidos (más brillantes y espectaculares que las estrellas fugaces) suele ser muy breve y sin embargo aparecen cientos o miles de testigos.
Llama la atención, y puede ser muy instructivo a la hora de estudiar otras observaciones similares, la percepción de distancias, tamaños, formas, maniobras, persecuciones y hasta despegues del suelo atribuidas a una luz en el cielo que, como hemos visto, resulta ser un astro brillante.