miércoles, 28 de octubre de 2020

Maravillas en el cielo (6): Caravaca, año 1232

En el caso 109 de Wonders in the Sky se relata que unos fenómenos luminosos acompañaron a una cruz de dos brazos traída por una entidad, que es interpretada como un ángel, a la ciudad de Caravaca (Murcia) el 3 de mayo de 1232. Entidad asociada a un fenómeno aéreo. 

Traducción:

3 de mayo de 1232, Caravaca, España

Luces, y un "ángel" trae una cruz

Fenómenos luminosos acompañan a una cruz de dos brazos aparentemente traída aquí abajo por una entidad que se supone es un ángel. El contexto religioso que rodea la observación le ha permitido sobrevivir como una leyenda, contada por varios autores. Tradicionalmente, se considera que el más acreditado de ellos es el franciscano del siglo XIII Juan Gil (Egidio) de Zamora. Relata que la cruz fue llevada dentro de la iglesia por dos ángeles.

El paradero actual del objeto es igualmente incierto. La cruz que se puede ver hoy en el santuario de Caravaca es una copia, siendo robada la original en 1934, probablemente por una secta.

Fuente: Clara Tahoces, "Caravaca, ¡Qué Cruz!" Más Allá 127 (septiembre 1999). (El resaltado es nuestro)


Para empezar, no hay ninguna mención a luces, fenómenos aéreos ni a entidades no humanas en la primitiva versión de la leyenda, aparentemente de origen medieval.

Los dos ángeles que habrían traído la "Vera Cruz de Caravaca" (no uno solo) fueron añadidos posteriormente. Aparecen citados por primera vez en una obra del canónigo Antonio de Honcala (1546), si bien ya aparecen representados en torno a 1520 en una de las tablas al óleo que el pintor Hernando de Llanos dedicó a ilustrar distintas escenas relacionadas con la aparición de la cruz. Imagen tomada de aquí.

 

 

Resulta confusa la referencia inicial a "un" ángel o "una" entidad cuando luego se mencionan "dos" ángeles (el número correcto en las versiones más recientes de la leyenda que hablan de ángeles).

Sembrar dudas ahora calificándolos de "supuestos" ángeles está fuera de lugar, puesto que quienes los introdujeron en la leyenda -con el pincel o la pluma- lo hicieron pretendiendo que fueran inequívocamente ángeles "auténticos".

No se trató de una observación real que fue interpretada en un "contexto religioso". Desde un principio fue una leyenda religiosa que pretendía "explicar" el origen de la reliquia, un relato que se fue enriqueciendo con el tiempo (Fuente, 1886; Sánchez, 2001).

En definitiva, sin fenómenos aéreos, ni luces, ni (originalmente) "entidades" no hay justificación para incluir este caso en el libro Wonders in the Sky. Este argumento basta para zanjar el tema. No obstante, seguidamente comentaremos algunos de los detalles que se mencionan.

El autor más acreditado, por antigüedad, sería el franciscano del siglo XIII Juan Gil de Zamora (Fray Egidio), como se indica en el libro, si no fuera porque los textos que se le atribuyen sobre este asunto no son auténticos. Sólo hubo constancia de ellos a través de un probado falsario, el jesuita Jerónimo Román de la Higuera (ver, por ejemplo, Marín, 2017, pp. 98-102), que su coetáneo Juan de Robles Corbalán tomó como fuente fiable al escribir su famosa obra sobre la aparición de la Cruz de Caravaca y sus milagros (Robles, 1615). Puede decirse que dicha obra del siglo XVII acabó de conformar la tradición tal como la conocemos actualmente.

Sorprende que sea necesario hacer las anteriores puntualizaciones al texto de Vallée y Aubeck cuando la referencia en la que se basaron para escribirlo ya mencionaba tanto el problema de las fuentes relacionadas con Gil de Zamora como la incorporación tardía de los ángeles a la leyenda. Nos referimos al artículo de Clara Tahoces "Caravaca, ¡Qué Cruz!" Más Allá 127, (septiembre 1999) que, con mínimas variaciones respecto a lo publicado en la revista, puede leerse aquí. Tampoco hay rastro en dicho artículo de fenómenos luminosos asociados a la aparición de la cruz en el siglo XIII.

Por último, hay que hacer algunas puntualizaciones sobre la fecha indicada (3 de mayo de 1232). No es casualidad, pues el simbolismo es obvio, que coincidiera con la tradicional fiesta de la Invención de la Santa Cruz del 3 de mayo, en conmemoración del hallazgo en Jerusalén por parte de Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la verdadera cruz de Jesucristo.

En cuanto al año, en ocasiones vemos citado 1231, como consignó Robles en su obra de 1615 basándose en la cuestionable información aportada por Román de la Higuera. Un siglo más tarde, Martín de Cuenca Fernández Piñero afinó la interpretación de las mismas fuentes –que tampoco puso en duda− concluyendo que la aparición tuvo lugar un año después, en 1232 (Cuenca, 1722, libro III, cap.VI). Hoy seguimos encontrando mencionados ambos años.

 

Referencias

Honcala, Antonio de (1546). Antonii Honcalae Yanguensis sacrae theologiae magistri, abulen, canonici pentaplon christianae pietatis interpretatur autem pentaplon, quintuplex explanatio. Lib. III, cap. LVII. Ionannes Brocarius (Juan de Brocar), Compluti (Alcalá de Henares).

Ver traducción al castellano del pasaje relativo a la aparición de la cruz de Caravaca en Robles (1615), lib. I, cap.X.

Fuente, Vicente de la (1886). La Santa Cruz de Caravaca. Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 9, pp. 319-334. R. A. H. (Madrid).

Sánchez Romero, Gregorio (2001). Ensayo histórico sobre el acontecimiento religioso de la Vera Cruz de Caravaca y su santuario. Murgetana, Nº 104, pp. 43-89. Real Academia Alfonso X el Sabio (Murcia).

Marín Ruiz de Assín, Diego (2017). Los falsos cronicones en la historiografía murciana de los siglos XVII y XVIII. Murgetana, Nº 136, pp. 85-114. Real Academia Alfonso X el Sabio (Murcia).

Robles Corbalán, Juan de (1615). Historia del mysterioso aparecimiento de la Santissima Cruz de Carabaca e innumerables milagros que Dios Nuestro Señor ha obrado y obra por su deuocion. Imprenta de la viuda de Alonso Martín (Madrid).

Cuenca Fernández Piñero, Martín de (1722). Historia Sagrada de el compendio de las ocho maravillas del mundo, del non plus ultra de la admiración y del pasmo, de el emporio, donde se hallan los portentos mas singulares: de un lignum-crucis, que se compone de cuatro brazos: de la quinta esencia y mas principales partes del Sacrosanto madero y dulce leño, en que murió el Rey de los Cielos y de la Tierra, y el segundo Adan, nuestro redentorJesucristo: de la Santisima Cruz de Caravaca. Imprenta de la viuda de Juan García Infanzón (Madrid).

 


martes, 20 de octubre de 2020

Un vuelo "anómalo" y "paranormal"

El día 20 de julio del año 2007, un avión procedente de El Cairo con destino a Barcelona fue acompañado presuntamente por OVNIs. Los protagonistas fueron F.A. y C.M., un matrimonio zaragozano que volvía de vacaciones. En este enlace, una descripción del incidente según Miguel Pedrero.

En el año 2014 escribí en este blog una entrada sobre el caso que puede leerse por aquí. Vuelvo sobre el incidente porque en el último número de la revista EOC, nº 91-92, se publica un trabajo de Victor Martinez exponiendo su investigación sobre el mismo: "Fenómenos anómalos" a 33000 pies AVISTAMIENTO Y GRABACIÓN "PARANORMAL" en vuelo, pp 37-42, donde aporta algunas novedades.

Comienza el artículo sugiriendo que lo que más extrañeza confiere al caso (por lo visto, más que los pretendidos OVNIs) es una grabación que hizo el testigo con su móvil:

Se trata de una grabación de video realizada mediante teléfono móvil, la cual presenta un audio cuyas características se asemejan más a lo que normalmente se entiende por "psicofonía".

Evidencias que presenta el caso.

A pesar de que los pretendidos OVNIs (al parecer, luego era uno) acompañaron al avión en casi todo el recorrido (unas cuatro horas) solo hubo dos testigos, el matrimonio zaragozano mencionado anteriormente. Ni los pilotos ni ningún otro pasajero advirtió algo raro acercándose o escoltando a la aeronave durante todo ese tiempo (p. 39). 

 

Además, según la consulta realizada por Victor Martínez al Ejercito del Aire español, no se detectó nada anómalo en el cielo durante esa noche.

Por lo tanto, las evidencias que tiene este avistamiento son los testimonios de dos testigos y una grabación de vídeo.

Sobre los testigos.

Parece ser que muchos detalles los aporta un único testigo, muy sugestionado por una experiencia previa. No se pone en duda la sinceridad de los mismos pero tampoco se puede garantizar al cien por cien la interpretación que hacen de lo observado. Por otra parte, el autor del artículo escribe lo siguiente sobre el matrimonio (p. 37):

Lo que apunta  a que los testigos han pasado del escepticismo a una visión probablemente crédula y sesgada del tema OVNI.

La grabación de video.

El testigo F.A. se puso a grabar, a través de la ventanilla, las dos misteriosas luces. Al instante, notó una ligera vibración en la mano: como si el teléfono no me respondiera, de tenerlo bloqueado y la grabación se detuvo. Después de aterrizar, el testigo examinó el vídeo y solo vio en él oscuridad pero escuchó una voz que parecía decir, No me miréis (p. 39): 


Martínez se preocupó de intentar obtener una transcripción objetiva del audio y concluyó: Por lo tanto, la supuesta orden "no me miréis" no parece clara. Por otra parte, según el citado autor, en el video solo se aprecia más o menos ruido sobre fondo negro. Pero curiosamente, Miguel Pedredo, en el enlace que he puesto al inicio de esta entrada, dice: En la grabación, de escasa calidad, sólo se observan dos puntos de luz durante unos instantes.

Sobre la presunta "psicofonía", lo más razonable es pensar que provenga de la esposa de F.A., que estaba a su lado y que ya lo indica el citado autor en su trabajo. Lo de las diferentes interpretaciones que se hacen de esa voz,  al parecer ambigua, más bien, la explicación apuntaría a una pareidolia auditiva.

Los videos OVNI de una Web egipcia.

Se menciona la asombrosa coincidencia con unas grabaciones de luces efectuadas en El Cairo el mismo día (20 de julio de 2007) y que podrían estar relacionadas con el caso tratado en esta entrada. Sin embargo, estos pretendidos OVNIs se grabaron entre las 20:06 y las 21:46 horas locales (GMT+3). O sea, que las grabaciones finalizaron aproximadamente casi una hora y media antes de que comenzara el incidente del avión, que fue sobre las 23:05 h.  A esas horas, la aeronave ya se encontraba lejos de El Cairo, sobrevolando el Mar Mediterráneo.  Martínez comenta sobre este punto (p-40):

 

Los citados vídeos aparecían en una página egipcia que ya no existe pero que se puede localizar en Internet. Haciendo clic aquí se puede ver la información publicada en la aludida Web. Como se puede comprobar, el autor de la misma pretendía vender, con un desparpajo pasmoso, grabaciones de OVNIs que en realidad eran luces puntuales desenfocadas.

La información sobre los videos del día 20 de julio, tomados en El Cairo, se pueden ver en este enlace. A continuación, varios fotogramas de dichas grabaciones.

 

Salta a la vista que la mayoría de esas imágenes también corresponden a grabaciones de luces puntuales desenfocadas. Si se mira, desde esa ciudad, cómo estaba el cielo a las horas indicadas, se verá lo siguiente:

 

La información sobre los vídeos que muestra la pagina egipcia es muy escueta y no se puede concluir con seguridad qué son esas luces. Cabe la posibilidad de que lo que se ve en los mismos sean Venus y Júpiter desenfocados, ya que las horas de inicio y la duración coinciden con la visibilidad en el cielo de los citados planetas.

Al final va a resultar que uno de los vídeos egipcios (en el caso de que la luz sea Júpiter) sí puede tener relación con lo visto por el matrimonio desde el avión.

Conclusión.

Después de todo lo expuesto, me parece que el caso es poco demostrativo a pesar de que tenga algún detalle que no admita una explicación inmediata. Además, no hay ninguna necesidad de recurrir a la "Hipótesis de la Distorsión" de  José Antonio Caravaca ni a especulaciones similares, sobre todo para explicar la grabación interrumpida y la voz misteriosa que aparece en ella, que no deja de ser una mera anécdota.

Mi impresión del incidente es que la observación inicial de Júpiter y Antares pudo ser el desencadenante de todo lo que aconteció después. También habría que tener en cuenta a los ufólogos que han intervenido en el asunto, que probablemente han aportado su granito de arena para que el avistamiento sea más misterioso de lo que en realidad parece ser.

Al final del artículo, Victor Martínez apunta lo siguiente sobre las posibles explicaciones del incidente: ...o en procesos psicológicos inusuales o desconocidos, los cuales pueden haber sido parte importante...

Quizás pueda estar ahí, en parte, la clave de este caso.