domingo, 18 de febrero de 2007

Ovnis sobre Ochate

Ochate, la aldea abandonada del Condado de Treviño (Burgos) donde han ocurrido y ocurren (según relatan) toda clase de fenómenos insólitos (epidemias selectivas, apariciones ovni, sucesos paranormales, etc.), se ha convertido, gracias a la difusión gratuita de historias siniestras, en un lugar de peregrinación y culto de lo “misterioso”. Sin embargo, la leyenda negra y los supuestos hechos malditos e insólitos, atribuidos al lugar y que presuntamente causaron su despoblamiento, no tienen fundamento ni base documental histórica alguna. Aquí y aquí pueden leer las pesquisas realizadas por algunos estudiosos interesados en conocer la verdadera historia del citado pueblo.

Y como no podía ser de otra manera, los ovnis “aparecieron” en el poblado fantasma. Precisamente, la fotografía de un supuesto ovni fue la que inició toda su trayectoria fantástica. Cuando se habla de apariciones de objetos volantes no identificados en el pueblo “maldito”, siempre se describen los mismos casos y a nada que nos fijemos un poco comprobaremos que, los más importantes o mejor documentados, ¡han sucedido en otro sitio! Curioso, ¿no?

El 24 de julio de 1981, Prudencio Muguruza obtuvo una fotografía, en Aguillo (no en Ochate), de algo que se interpretó como un ovni. Se realizaron diversos análisis de la imagen y se concluyó que la fotografía era auténtica:

“ ...ha sido analizada por varios organismos especializados: por la NASA en Estados Unidos, y en las universidades de Lejona y Barcelona. En estos tres lugares han dado fe de la autenticidad de la fotografía.” (El Diario Vasco, 14 de marzo de 1982)

Antes de continuar quiero señalar un par de detalles que pueden ser significativos: La fotografía se dio a conocer, en la prensa local, el 25 de septiembre de 1981. Osea, dos meses después de conseguirse la foto (A. Arroyo y J. Corral, 2007). Además, hay varias referencias que dan como fecha de obtención de la placa, el día 24 de junio de 1981. (DV, 14 de marzo de 1982. Enigmas, año II, nº 12, 1996. Pág. 74)

Después de tomar esta fotografía, que al parecer causó un fuerte impacto en la época, Muguruza lanzó conjeturas fantásticas e infundadas:

“...Pruden lanzó la hipótesis de que este misterioso triángulo que queda entre Ochate, Aguillo y Ajarte podía ser una base de Ovnis y piensa que puede haber una relación muy directa entre el avistamiento de aquella esfera luminosa y los extraños hechos que han sucedido en Ochate...” (DV, 14 de marzo de 1982)



Indudablemente, la fotografía es autentica. Lo que se cuestiona es la interpretación que se dio en su día (y se sigue dando en la actualidad) del objeto retratado. En mi opinión, lo que se ve en la imagen es una ¡nube! iluminada, probablemente, por la Luna.

Después de la aparición de este caso surgió otra historia, acaecida en el año 1947, que en principio no parece tener relación con lo ufológico pero que a raíz de lo de Aguillo se encajó con calzador en el tema ovni. A continuación veremos como se ha contado este suceso a lo largo del tiempo.

En un artículo publicado en El Diario Vasco en el año 1982 (“Prudencio Muguruza: un hombre para el que todo ha cambiado”), se dice:

“...También en el año 1947 en el desarrollo de una tormenta cayó un rayo en la iglesia del pueblo. Victor Moraza, un vecino de uno de los pueblos de alrededor subió al pueblo para ver los daños que el rayo había causado al edificio de la iglesia, encontrándose con un medallón...” (DV, 14 de marzo de 1982)

En “Luces de la puerta secreta”, firmado por Prudencio Muguruza y publicado en Mundo Desconocido en abril de 1982, podemos leer:

“...En 1947 el tema cobraría de nuevo vigencia gracias a la experiencia vivida por Víctor Moraza, vecino de Imiruri. Mientras paseaba por el campo contempló una fuerte luz cayendo sobre la ermita de Burgondo. Se acercó y entre los restos aún humeantes encontró un precioso y cuidado medallón... Según el protagonista, vio unas luces que subían y bajaban de la ermita... " (Pág. 33)

Iker Jiménez en sus Enigmas sin resolver (Edaf, 1999) y en el apartado: “Ovnis sobre el pueblo maldito”, escribe:

“Tras mil y una andanzas por esos campos rojizos y solitarios del Condado de Treviño pude saber que fue el labrador Víctor Moraza, en 1947, el primero en denunciar la presencia de luces extrañas sobre las ruinas de Ochate. Desde su domicilio observó las evoluciones de una luz esférica que parecía descender en vertical hacia el poblado. Raudo, dejó atrás el cruce de caminos que muy pocos se atrevían a rebasar y se adentró en las ruinas. Allí, sobre la torre, se balanceaba algo parecido a un globo blanquecino y silencioso de dos metros de diámetro. Tras permanecer estático unos segundos, se desplomó sobre la edificación iluminando toda la zona con fuertes resplandores. Ante tal inusual espectáculo, el asustado testigo emprendió veloz carrera hasta llegar como alma que lleva Satanás a su hogar...” (Pág. 58 y 59)

Y por último, en Ochate realidad y leyenda del pueblo maldito (Aguilar, 2007) de Antonio Arroyo y Julio Corral, en el capítulo XV, "Luces en el pueblo maldito", se expone:

“...Una de las primeras referencias sobre estos avistamientos se remontan a mediados del siglo XX y tuvo como protagonista a Víctor Moraza, el hombre que descubrió el medallón de la Virgen tras el devastador impacto de un rayo en la ermita de Burgondo. Aquella noche Víctor fue el primero en dirigirse a Burgondo para comprobar los daños que el rayo había causado. Cuando se encontraba cerca, levantó la vista y se sorprendió al ver una extraña luz sobre el templo. Tal y como lo describió en su momento, se trataba de una esfera blanquecina de gran tamaño que permanecía suspendida, estática, y no emitía ningún ruido. Instantes después, la luz se desplomó sobre la ermita y un potente resplandor en forma de abanico iluminó el cielo. Cuando Víctor Moraza finalmente llegó al lugar, no encontró ningún rastro de aquella luz pero entre los escombros desprendidos por el rayo localizó el célebre medallón, que se encontraba en una grieta de la pared.” (Pág. 121-122)

Continuará...