viernes, 1 de mayo de 2020

Maravillas en el cielo (3): Montserrat, año 880

Esta historia medieval está incluida en Wonders in the Sky como un fenómeno aéreo no identificado y es el caso nº 63, ocurrido en Montserrat-Santa Cueva (Barcelona, España), alrededor del 25 de abril del año 880. Una luz mágica. A continuación, el relato tomado del citado libro.


La fuente que utilizaron Jacques Vallee y Chris Aubeck es una interpretación ufológica de una leyenda religiosa que narra el milagroso hallazgo, por parte de unos pastorcillos, de una talla de la Virgen en una cueva de la montaña de Montserrat. Seguidamente, una captura parcial de otra referencia del mismo autor: Josep Guijarro (2013), Apariciones marianas y OVNIS ¿Las dos caras de un mismo fenómeno?


En esta otra referencia: Francisco Renedo Carrandi (2019), Apariciones marianas y OVNIS, se puede ver otro ejemplo de las conclusiones a las que puede llevar la interpretación ufológica si se ignoran olímpicamente los estudios realizados por los historiadores.

Según las investigaciones históricas sobre este tema, sabemos que en el año 888 ya hay constancia escrita de la existencia de varias ermitas en el macizo de Montserrat, reconquistado por Wifredo el Velloso a los musulmanes. Éste hizo donación de las mismas al monasterio de Ripoll, que había fundado ocho años antes.

En 1023, el famoso obispo Oliba abad de dicho monasterio entró en litigio con el cenobio montserratino de Santa Cecilia, creado en el año 945, que se había apropiado de dichas ermitas o capillas. Una vez ganado el pleito y, presumiblemente, para evitar futuros problemas, dispuso que monjes procedentes de Ripoll se establecieran en una de ellas, la iglesia de Santa María. Los recién llegados se encargaron de edificar una iglesia nueva y habilitar el lugar como monasterio, pero todo indica que la imagen de la Virgen, la talla románica que todavía hoy se venera, se introdujo posteriormente, a finales del siglo XII.

La incorporación de la imagen al altar en esa época no está confirmada documentalmente pero sí comienza a haber constancia, cada vez más frecuente, de ofrendas de lámparas y cirios votivos por curaciones y favores obtenidos por invocación de Sta. María de Montserrat. A mediados del siglo XIII, tras décadas de crecimiento tanto devocional como patrimonial, puede decirse que el monasterio-santuario ya estaba consolidado.

Por consiguiente, contrariamente a lo que cuenta la tradición asentada después a lo largo de los siglos, no es cierto que la imagen fuera encontrada en tiempos de Wifredo el Velloso y que su culto diera origen, primero, a la primitiva iglesia y, después, al monasterio-santuario benedictino.

Junto a la leyenda del hallazgo de la imagen hay que considerar la no menos famosa historia del ermitaño fray Garí, una leyenda anterior que pretendía justificar la fundación del monasterio. Algunas de las primeras fuentes de estas leyendas no se conservan (sólo se conocen indirectamente, como el retablo que había estado situado en un claustro para información de los peregrinos, citado a menudo) o nos han llegado incompletas (como el Llibre Vermell). Aunque la cronología de las primeras fuentes es aún motivo de controversia (ver, por ejemplo, este enlace) lo que puede afirmarse es que no hay referencias anteriores al siglo XIII.

El siguiente trabajo: Alarcón Román, Concepción (2007). Clasificación y fuentes de la leyenda de Montserrat. Ilu. Revista de ciencias de las religiones, nº 12, pp. 5-28, resume así la cuestión de las leyendas de Montserrat:
La leyenda de Garí fue elaborada en el medievo por los benedictinos y proviene de dos fuentes conocidas: el eremita tentado y la historia del hombre salvaje. En ella se aúnan legados de origen oriental y europeo. El hallazgo de la imagen se suma más tarde a esta narración, lo que pone de manifiesto cómo se van hilvanando las leyendas, su proceso de elaboración: 1º una leyenda de fundación del monasterio santuario como la de Garí. En 2º lugar una leyenda de origen de culto a una imagen. La leyenda mariana de Montserrat forma parte de la cultura devocional dedicada a ciertos santos y a san Miguel, así como también al culto a las imágenes.
La misma autora sugiere que la narración del hallazgo de la imagen de Montserrat, donde unas luces y unas melodías llevan a los pastores hasta la cueva de la imagen, podría haber estado inspirada en parte en la historia de la "inventio" de las reliquias de Santiago.

En cualquier caso, podemos concluir que la interpretación ufológica del hallazgo legendario de la imagen no tiene ningún fundamento fáctico. Se basa en los detalles de una tradición popular que no refleja la realidad sino que tiene su origen en una leyenda propalada interesadamente por monjes medievales. En definitiva, es una interpretación absurda de hechos falsos.

La caracterización de la imagen como talla románica de finales del siglo XII obliga a calificar de pseudohistoria tanto la supuesta procedencia de Jerusalén de la imagen, como su presunta ocultación en una cueva de Montserrat para que no cayera en manos de los invasores musulmanes, como se ha sugerido en ocasiones.

Por otro lado, un estudio técnico de las características de la talla de madera realizado en el año 2001 demostró que la imagen era originalmente de tez clara. Las elucubraciones esotéricas que la relacionaban con las llamadas “vírgenes negras” no tienen ningún fundamento.

Algunas referencias adicionales de interés:

Ribas i Calaf, Benet (1990). História de Montserrat (888-1258). Publicacions de l'Abadia de Montserrat (Barcelona). (Edición moderna de la obra del s. XVIII. Ver la Introducción de Francesc Xavier Altés i Aguiló.)

Varios autores (1995). Nigra sum: iconografia de Santa Maria de Montserrat. Publicacions de l'Abadia de Montserrat (Barcelona).

Varios autores (2003). La imatge de la Mare de Déu de Montserrat. Biblioteca Abat Oliba, vol. 18. Publicacions de l'Abadia de Montserrat (Barcelona).