Como
últimamente se está hablando bastante del susodicho expediente, al final me ha
picado la curiosidad y he consultado el documento desclasificado por el MOA
para ver qué ocurrió o qué observaron los testigos. La última mención del caso,
que conozco, ha sido en la revista Año/Cero,
nº 7 (julio 2012), en un artículo de David Cuevas y Juan J. Sánchez-Oró
titulado Expediente Sacedón: Objetos
submarinos no identificados.
Dicho
artículo comienza con un resumen del caso (ocurrido el 8 de febrero de 1969) contenido
en el informe desclasificado:
Un matrimonio viajando en automóvil desde la urbanización "Las Brisas" a Sacedón, a las 20:30 horas, divisó un objeto esférico desplazándose a poca velocidad. Presentaba color rojo llameante en su parte delantera, cuerpo plateado y estela azul. El tamaño aparente era "como la Luna o más pequeño", y la altura estimada inferior a 300 metros. La trayectoria fue rectilínea, sin cambios de altura. Desapareció súbitamente después de 5 ó 6 segundos.
Los
autores han olvidado, al citar el relato, un dato a mí juicio clave para
entender que el fenómeno luminoso no tenía nada de submarino: La forma de
desaparecer del pretendido OVNI. Según la declaración de los testigos, que
figura en el informe del juez informador de fecha 12 de febrero de 1969, lo hizo de la siguiente manera:
...desapareciendo súbitamente cuando estaba sobre el pantano y sin ocultarse detrás de las montañas ni de otro obstáculo.
(El
subrayado es mío)
Otros
datos: Noche despejada, visibilidad extraordinaria, viento en calma y una
temperatura de 5º. Dibujo del fenómeno luminoso realizado por el declarante.
Toda
la información del avistamiento, mostrada en el expediente, se corresponde
perfectamente con la visión de un espectacular bólido. Sin embargo, los autores
del reportaje dicen:
Cuando dicho documento fue desclasificado, 23 años después de su elaboración, se intentó explicar como un simple bólido... Una hipótesis que nada tiene que ver con la realidad, como podrán comprobar a lo largo del presente reportaje.
Cuevas
y Sánchez localizaron a uno de los testigos del incidente de Sacedón,
Visitación N., que les contó lo siguiente:
Como
puede apreciarse en el relato, hay una seria contradicción sobre la forma de
desaparecer del fenómeno luminoso (Subrayado mío en el texto capturado del
artículo). Han transcurrido 43 años y es normal que los recuerdos se deformen,
se adornen o simplemente las lagunas sean rellenadas, directamente, con nuevos elementos.
Sigo
leyendo el reportaje para ver donde exponen, sus autores, que la explicación
del bólido no tiene nada que ver con la realidad (?). Muestran una serie de
casos, sin precisar fechas y muy resumidos, ocurridos en la zona de Sacedón,
pero que nada tienen que ver con el incidente que nos ocupa.
Y
terminan el artículo con dos observaciones ocurridas, en Ciudad Real y Daimiel,
el mismo 8 de febrero de 1969 hacia las 20:30 horas. Estos dos casos si parecen
tener relación con el expediente de Sacedón y, además, confirmarían la
hipótesis del bólido.
A
continuación la nota publicada por el diario Lanza de Ciudad Real, el día 9 de febrero de 1969.
Y
nota publicada por el diario Madrid, el 11 de febrero de 1969.
A
continuación, señalo en un mapa los puntos desde donde se observó el fenómeno
luminoso. La separación de los lugares de observación revela que la bola de
fuego estaba bastante alta y no a 300 metros, como indicó el testigo (típico
error de apreciación).
En
definitiva, el pretendido OVNI del expediente de Sacedón fue un fenómeno luminoso
visto, en principio, desde tres lugares bastante separados entre si, con un tamaño
aparente como el de la Luna llena, una aparición fugaz (5 ó 6 segundos), una desaparición
súbita en el cielo (no introduciéndose
en el pantano de Entrepeñas), etc., datos que apuntan claramente a la visión de un
bólido espectacular.
Si
algunos ufólogos o cronistas de lo insólito todavía siguen interpretando
fenómenos normales como cosas inexplicables, tienen "misterios"
para rato.