A
continuación, voy a exponer un caso donde se muestra cómo un fenómeno celeste corriente,
habitual, etc. puede ser interpretado, nada más y nada menos que, como el
aterrizaje de un OVNI. El incidente ocurrió finalizando la década dorada de la
ufología patria y en la provincia de Álava.
Estereotipo de OVNI
de la susodicha década.
Según
señalaron los ufólogos J.J. Benítez y Prudencio Muguruza a la prensa local, el
día 31 de enero de 1983 un presunto OVNI aterrizó en unas campas cercanas a
Vitoria. La nave pudo ser contemplada durante más de dos horas, de 7,30 a 10 de
la noche, desde Mendiola, Monasterioguren, Gámiz y Ullibarri de los Olleros:
Después de permanecer quieto y a la
vista de un amplio perímetro de pueblos, el presunto ovni se levantó y, siempre
según informaron los investigadores, se perdió en el cielo a gran velocidad.
El Correo Español (edición de Álava) del jueves, 3 de febrero de 1983,
publicó la siguiente nota:
La
permanencia del OVNI en tierra llevó a los ufólogos a plantear la hipótesis de
un posible aterrizaje, teoría que, al parecer, fue contrastada
posteriormente. Además, según El Diario Vasco del 4 de febrero, los
mencionados ufólogos se dirigieron al lugar del aterrizaje realizando
fotografías de supuestas huellas.
Ante
un caso de aterrizaje OVNI en principio tan patente, Juan Marcos Gascón,
perteneciente a la agrupación ufológica valenciana AVIU y residente en Vitoria,
se dirigió a Monasterioguren, el día 15 de febrero, para recabar más
información. Tengo una copia del informe que realizó y que Vicente-Juan Ballester Olmos me envió en su día a petición mía. La información que muestro a
continuación está sacada de dicho trabajo.
En
aquel año, eran seis los habitantes con residencia fija en el citado pueblo.
Juan Marcos se dirigió a la primera persona que vio, que resultó ser el alcalde
y a la pregunta de si había visto "el ovni de los periódicos", su
respuesta fue tan tajante como inesperada:
Todo eso del ovni es mentira. En los
periódicos han escrito muchas cosas, pero aquí nadie ha visto nada, que yo
sepa. Si alguien hubiera visto algo lo habría comentado a los demás del pueblo,
pero aquí vinieron periodistas preguntando y la verdad es que no hay nada. Si hubiera
habido algo, yo me habría enterado, pues soy el alcalde y estoy aquí siempre.
De verdad no se si alguien por ahí abajo habrá visto algo -señalando hacia Mendiola- pero si aquí se hubiera visto con seriedad eso que dicen, me lo habrían
dicho enseguida... De todas maneras pregunte, pregunte por aquí. A lo mejor es
verdad que alguien ha visto el satélite ese...
Luego,
Gascón se encontró con otro señor (J.M.) y este le dijo que el día 31 de enero
estuvo trabajando en sus tierras desde las 4 de la tarde hasta las 9 de la
noche y no vio ningún ovni. Lo que si vio fue a dos o tres personas, de un
campamento de roulottes, que subieron a un monte próximo, sobre las 6 de la
tarde, para probar un foco de luz:
Con el foco aquel iluminaron durante
bastante rato todo esto y sus "casetas".
También
vio a un vecino arando sus tierras con un tractor nuevo:
Desde luego, yo al principio lo vi raro,
pero cuando sobre las 8 y media lo vi bajar por la carretera y entrar al
pueblo, en seguida lo reconocí.
J.M.
le indicó a Gascón que M.G., dueño de una carpintería situada al final de la
calle, vio algo. Parece ser que el OVNI lo vieron un matrimonio, dueño de dicha
ebanistería, su hija y los empleados. Juan Marcos Gascón sólo pudo hablar con
la señora Sara, ya que, su marido e hija estaban ausentes. Dicha señora narró
todo lo que vio a Gascón pero se mantenía recelosa, puesto que pensaba que era
periodista:
Esta señora, según me hizo saber,
considera que en los periódicos se han publicado muchas cosas para lo poco que
ella y su marido dicen haber visto, y no quiere repetir la experiencia, de ahí
su desconfianza.
En
resumen, lo que vieron este matrimonio y su hija, junto con los empleados, fue
lo siguiente:
...el día 31 de enero de 1983, sobre las
19 horas aprox.,[...]
faltando
ya poco para terminar la jornada y cerrar, al mirar casualmente el estado del
cielo observó hacia el Oeste, a unos 60 grados de elevación sobre el horizonte,
aparentemente por encima de la partida de Basotxo, una luz en el cielo de
tamaño aparente al de la Luna en cuarto menguante, que ella a veces definió
como "una estrella más brillante que las demás", de color blanco, que
en su lado izquierdo parecía dar tonos de color azul y rosa.
Esta luz daba la impresión de subir y
bajar dentro de un campo de acción de unos centímetros del cielo, aunque
mantenía fija su posición.[...] Más tarde, cuando los empleados se marcharon,
la señora N. continuó observando el fenómeno desde su casa, hasta las 22 horas
aprox., aunque no de manera continua.
La última vez que la vio parecía haberse
alejado, pues había disminuido su tamaño y estaba baja, casi oculta por las
montañas, "como si se hubiera desplazado muy lentamente".
Días
después, la testigo contó su observación a una chica de Monasterioguren, que
trabajaba en la Caja de Ahorros Provincial de Álava, y ésta, a su vez, informó
del caso a Prudencio Muguruza. Así, el susodicho y Benítez, según Gascón,
entrevistaron a la señora N.
El
jueves, día 3 de febrero de 1983, los mismos testigos volvieron a repetir la
observación del mismo fenómeno:
...si bien esta vez, siempre según la
señora Sara, la luz era más pequeña que en la anterior ocasión, de un tamaño
aparente al de la cabeza de un alfiler, manteniendo el fenómeno las
características restantes iguales que en la observación anterior (velocidad,
posición, "movimientos", orientación, etc.). El fenómeno fue
observado desde las 19,14 horas hasta las 20,00 horas, aprox., dejándolo de
observar por propia iniciativa, o acaso aburrimiento.
Al
día siguiente, fue la hija de la testigo quién llamó por teléfono a la CAP para
informar del caso a un "periodista".
Como
se desprende del relato de la señora N., la descripción del fenómeno luminoso se
corresponde perfectamente con la observación de un astro brillante. Precisamente,
al anochecer del día 31 de enero de 1983 era visible, por el OSO, el planeta Venus causante sin duda de las dos observaciones (31 de enero y 3 de febrero).
El
ocaso del citado planeta se producía esos días entre las 20:10 y las 20:18
horas locales. Casualmente, Marte se encontraba encima de Venus, menos
brillante y, a simple vista, más pequeño que la reina de los ovnis. Se ocultaba
sobre las 21 horas.
La
observación del día 31 de enero se prolongó, parece ser que hasta las 22 horas
aproximadamente, porque probablemente la testigo, que miraba discontinuamente
al pretendido OVNI, vio en el cielo, finalizando ya la observación, al planeta
Marte (cuando Venus ya se había ocultado) y creyó que era el mismo fenómeno
luminoso que había comenzado a ver hacia las 19:00 horas (o sea, Venus). Por
eso, la última vez que la testigo vio la misteriosa luz, ésta había disminuido
de tamaño.
Claro,
el lector se preguntará que Marte se ocultaba hacia las 21:00 horas y el OVNI
dejó de verse hacia las 22 horas. Lo que ocurre es que el dato de las 22 horas es
aproximado. Por lo tanto, hay que tener en cuenta un margen de error,
inevitable cuando se habla de memoria.
Gascón
se dirigió a Mendiola en busca de más testigos del supuesto OVNI. Habló con
varias personas pero con resultado negativo. Luego se dirigió a Gamiz donde conversó
con un anciano. Al preguntarle por el OVNI, sus labios dibujaron una bondadosa
sonrisa y añadió:
Hijo mío, yo no he visto nada ni sé
quien puede haberlo visto, pero si te interesa el ovni ese que dicen que hay
por aquí te aconsejo compres el periódico y lo leas.