lunes, 25 de noviembre de 2019

"Encuentro cercano" con un OVNI en Burgos

Buscando en Internet información sobre un incidente antiguo, aparece en una publicación local burgalesa un popular ufólogo patrio. Concretamente en el número 56 de Crónica de las Merindades, enero 2011.

Por lo visto, fue a Burgos con Javier Sierra para realizar un reportaje televisivo que denominaron, Burgos: operación OVNI. Parece que los citados despertaron el interés por el tema entre los habitantes de la comarca ya que, el mencionado periódico comenzó a publicar avistamientos de OVNIs.

El señor Jiménez escribía:
Descubramos los auténticos Expedientes X de la provincia. Estaremos haciendo algo importante. Algo clave para aproximarnos a una verdad que casi nadie se atreve a desvelar.

Uno de esos casos se  publicó en el citado número 56, (páginas 24 y 25). Como se comentó que el OVNI era similar a los vistos en Villarcayo y Quintanaortuño (1975) y el suceso viene con bastante información, se me ocurrió darle un vistazo. Además, se trata de un avistamiento con persecución por parte de un objeto silencioso con forma troncocónica, de cuatro metros de largo por tres de alto. Este es el relato:


Después de hacer unas comprobaciones, todo parece apuntar a una confusión con nuestro satélite natural. La observación comenzó al pasar la curva de La Maza. El testigo, que iba en dirección a La Cerca, vio el OVNI al otro lado del río, o sea, a su izquierda. Precisamente, a las 2 horas del 25 de marzo de 1981, en esa dirección estaba en el cielo, a poca altura, la Luna. Ver carta celeste y mapa.


En su trayecto hacia el pueblo citado, el observador hizo varias paradas para ver mejor el OVNI y al reanudar la marcha se dio cuenta que el fenómeno luminoso le seguía a la misma velocidad y misma distancia. Al darse la vuelta para buscar a su compañero, el OVNI volvió a perseguirle en el trayecto contrario. Se trata de la típica ilusión de paralaje donde, en este caso la Luna, un objeto lejano parece copiar la velocidad del coche.

Acimuts de la Luna desde diferentes puntos y horas del trayecto de los testigos

Los dos testigos se dirigieron hacia Villatomil, con el OVNI persiguiéndolos otra vez, y al llegar al pueblo, el fenómeno despareció a gran velocidad sobre el monte Rosales.

En la madrugada de ovnis, la Luna estaba en fase gibosa menguante. Estuvo en el cielo durante toda la observación del OVNI y los testigos no la vieron, o no la mencionan, a pesar de estar ubicada por donde éstos situaban al fenómeno luminoso.



Según estas fotografías de satélite, tomadas de aquí, el cielo de la comarca estaba cubierto, parcialmente, de nubes lo que contribuyó a reforzar la ilusión de estar contemplando un objeto silencioso, anaranjado, que iluminaba los campos y situado a unos cien metros de distancia.


El OVNI desapareció a gran velocidad por encima del monte Rosales. Mirando desde Villatomil, la Luna estaba en esa misma dirección (ver mapa). La rápida desaparición del OVNI se explica por otra característica ilusión provocada por la rápida ocultación del citado astro por la nubes.

En la siguiente imagen aparecen los dos testigos señalando hacia la posición que ocupaba el pretendido OVNI en el cielo.


Al parecer, sitúan al mismo más bajo de lo que estaba. Puede ser debido a que la hora de observación es aproximada (sobre las dos de la madrugada) y pudo comenzar antes. Después de treinta años, la memoria juega malas pasadas y el margen de error puede ser considerable.

Parece increíble que la Luna pueda ser tomada por un objeto extraño que persigue a la gente pero los errores de interpretación, las ilusiones, las deformaciones y creaciones inconscientes al dar y recoger la información generan estos incidentes en apariencia insólitos. Estas confusiones con nuestro satélite natural no son raras, todo lo contrario, son muy habituales en la casuística OVNI. Por ejemplo, en este trabajo de Eric Maillot  se puede leer una buena muestra sobre este tipo de errores.




miércoles, 20 de noviembre de 2019

Aterrizaje OVNI durante maniobras del Ejército de Tierra


V.J. Ballester Olmos & J.C. Victorio Uranga

En marzo de 1990, el primer autor supo del incidente a través de Joan Plana Crivillén, del CEI de Barcelona, quien a su vez había sido informado por Eusebio González, del grupo CICO (Centro investigador de casuística OVNI) de Torrelavega, Cantabria, dos meses antes. El testigo, J.S.O., conoció a un miembro de dicha asociación en un grupo de amigos a quienes les había contado el avistamiento que había protagonizado. A partir de ese momento, González y sus colaboradores realizaron varias entrevistas  para recabar todos los datos de la observación.

En aquel momento, los hechos ocurridos a la 1:30 del 7 de julio de 1986, en Páramo de Masa, Burgos, eran los siguientes, según se habían narrado: un grupo de entre treinta y cuarenta soldados, junto con sus correspondientes mandos, pertenecientes al Ejército de Tierra, con destino en la Capitanía General de Burgos, se encontraba realizando unos ejercicios nocturnos en el campo. Repentinamente observaron, a unos 100 metros de distancia, un objeto de forma lenticular de un tamaño inmenso (unos 300 metros) que se hallaba a baja altura o quizá posado en el suelo.

Alertado por la presencia de los militares, el objeto empezó entonces a elevarse lentamente en vertical y, al tomar altura, fue apareciendo por su parte inferior un gran haz luminoso dirigido al suelo, que tenía forma cónica (o vertical, en otra versión del testigo). El objeto era luminoso blanco y en cada extremo tenía una luz de color rojo (en otra versión indica que las dos luces rojas estaban casi en el centro del objeto). El haz que desprendía era de color blanco neón, continuo, sin variaciones y no efectuó movimientos laterales.

Al parecer, el haz fue visto durante medio minuto y el objeto durante cinco o seis minutos. El objeto desapareció por el horizonte. Como hacía bastante viento, el soldado-testigo informante no está seguro de si se escuchó un sonido similar a un zumbido.

Ante la visión del fenómeno algunos soldados quedaron muy impresionados, otros tuvieron miedo y el resto mostró incredulidad.

Dibujo del objeto y del haz de luz por el testigo.


Reconstrucción de Joan Plana (1990).

Según contó el testigo, un sargento llamado Higueras tomó nota del suceso y posteriormente le enseñó un archivo oficial que contenía informes de acontecimientos similares. Dicho archivo se hallaba en la Sección de Archivos Históricos de la Capitanía General de la Quinta Región Militar Pirenaica Occidental, con sede en Burgos.

Uno de los autores (VJBO) se especializaba entonces en el estudio de los informes OVNI de procedencia militar y había realizado varios trabajos sobre avistamientos de supuestos “aterrizajes” de OVNIS1, por lo que este suceso era doblemente interesante. Primeramente, mandamos formularios específicos al CICO para conseguir más datos del testigo. A la par, el 21 de mayo de 1990 le escribimos directamente a su domicilio familiar en un pueblo de Cantabria. En octubre lo hicimos a su casa de una localidad madrileña. Nunca hubo respuesta, lo que nos causó gran perplejidad habida cuenta que hasta el momento había sido más que parlanchín.

Entretanto, seguíamos nuestra correspondencia con González, del CICO, para ampliar información. Además, solicitamos que interviniera el historiador y veterano ufólogo José Antonio Cezón, quien con las pistas que le facilitamos localizó y entrevistó al joven testigo, entonces Vigilante Jurado en Prosegur prestando sus servicios en el aeropuerto de Barajas. Escribe Cezón2:
Al mencionar la palabra clave…Páramo de Masa…casi inmediatamente me ha dicho que tiene prohibido hablar del tema, por dos razones:1ª Por trabajar en Aviación Civil2ª Por la estabilidad psíquica que se supone a un guarda jurado
El testigo le hizo a Cezón varias manifestaciones: que perteneció a un Cuerpo que nunca hacía marchas y menos nocturnas; que hubo investigación oficial y que a todo el grupo les ordenaron decir que aquella noche habían estado en sus barracones; que tuvo la impresión de que sus jefes ya esperaban la presencia del fenómeno; y que había muchos testigos más, de alguno de los cuales conservaba sus direcciones.

Procedía entonces hacer las comprobaciones de rigor. Plana, con quien durante la década de los noventa el primer autor realizaba investigaciones sobre presuntas observaciones OVNI por personal de los ejércitos3, escribió  al jefe de la Sección de Archivos de la Capitanía General de la Región Militar Pirenaica Occidental. El 21 de noviembre de 1991, el General Fernando Martínez Valín respondía así:
…le comunico que en el Cuartel General no se dispone de archivos relacionados con el tema OVNI, y por ello no es posible atender el resto de las peticiones que efectuaba en la citada carta.
No satisfecho con esta respuesta, Plana se dirigió ahora a la jefatura del Estado Mayor del Ejército de Tierra, en Madrid, de donde obtuvo contestación del Teniente General Ramón Porgueres Hernández, jefe del EM del ET, quien tras acusar recibo de su carta relativa al tema OVNI, añadía:
…sobre el particular le comunico que en la Región Pirenaica Occidental no existe información alguna sobre dicha casuística.
Cartas oficiales a Joan Plana (1991).

Ya hemos escrito antes que una respuesta oficial, debidamente firmada, es un documento administrativo vinculante y si contiene, como en este caso, una respuesta no ambigua, es singularmente cierta. Por ello, si hay que dudar de alguien, sería de las afirmaciones del testigo acerca de haber visto unos supuestos archivos oficiales. En el mejor de los casos, ¿no serían más bien papeles particulares del suboficial antes citado, aficionado a los OVNIS?

Ya bien entrado 1992, proseguíamos nuestra correspondencia con Eusebio González, del CICO, quien ya apuntaba varias contradicciones en el testimonio de su informador.

Este resulta un informe OVNI característico. Alguien cuenta algo extraordinario y no hay más pruebas que su palabra. Puede haber incluso mucha información (muchos detalles) pero que no se pueden comprobar ni, por otra parte, refutar. O sea, un caso de platillo volante aterrizado en Burgos delante de un destacamento militar. Así queda para siempre, formando parte del acervo de casuística que avala la realidad del fenómeno OVNI.

Pero, lo cierto y verdad, es que hay algunos elementos que llaman la atención y crean dudas sobre la veracidad del caso (además de la negativa oficial de los archivos OVNI del ET, cuya existencia se basa en el testimonio del testigo).

La zona del supuesto avistamiento es un verdadero desierto. Con una extensión de más de 160 km2, en 1970 el municipio de Masa tenía apenas 127 habitantes.  Ideal para no haber testigos externos que pudieran corroborar lo sucedido.  Imprecisión, además, en la localización del punto del “encuentro”.

Paraje típico del Páramo de Masa.


De los supuestos numerosos soldados y oficiales que vieron el OVNI cerca del suelo, nadie jamás ha salido a la palestra a confirmar los hechos. Solo se dispone de la versión de J.S.O.

No hay ningún dato del avistamiento (relato, cuestionarios, etc.) que venga directamente del testigo. Toda la información se conoció a través del mencionado grupo CICO. Por alguna razón de peso, halló excusas para no proseguir con ese relato en los años posteriores.

Destinado en la Capitanía General de Burgos, era un destino cuyo personal no realiza maniobras ni marchas nocturnas y menos en un mes de vacaciones.

Hay un dato especialmente crítico, sin embargo, que hemos averiguado ahora y que parece poner en entredicho esta historia. En uno de los cuestionarios se dice que, cuando el testigo observó el OVNI tenía a su espalda a la Luna. A la 1:30 del día 7 de julio de 1986, momento de la supuesta observación, no había Luna. Cuando el citado astro se ocultó, ese día, a las 21:53 horas, todavía no había oscurecido.

Estos datos poco claros y contradictorios nos hicieron pensar en una broma de J.S.O. que se le fue de las manos. En este sentido, recordamos la alternativa planteada en su día por Cezón: “Un testigo bromista que ha jugado a tomarle el pelo al grupo de Cantabria y no quiere reconocerlo”.5 En uno de los libros del primer autor se instaba a reinvestigar los casos no resueltos una vez que transcurrieran muchos años, por las oportunidades que eso conlleva en varios aspectos.6 Eso nos espoleó a “revisitar” este episodio inconcluso.

Y, para ello, nada mejor que ir directos al responsable de todo: J.S.O. Dado que conocíamos su nombre completo, las Páginas Blancas nos dieron su dirección. Y en octubre de 2019 -treinta años después de los sucesos- le escribimos una carta, avanzándoles nuestro propósito de estudiar los hechos narrados en 1990. Pocos días después, recibimos este correo electrónico:
En relación con la misiva que he recibido, solo constatar que como ustedes presuponen, fue un error de juventud por mi parte. Siento mucho las molestias causadas a su grupo, y por mi parte los animo a seguir con su proyecto. Espero sepan perdonar mi temeridad.
Asunto resuelto. Una confesión diáfana. En posterior intercambio de mails, agregó la razón última para ello:
Quizás fue el encajar o no sentirse desplazado lo que me llevó a contar dicha historia, no con intención de reírme de ellos, ni mucho menos, ya que yo también creo que no estamos solos. Pero, ya se sabe, la bola va creciendo y no sabes cómo salir.
¿Podemos aprender algo de este acontecimiento? En nuestra opinión, ello debería hacer reflexionar a más de uno que cree que la encuesta ufológica consiste en tomar nota de lo que la gente le cuenta, sin ponerlo en tela de juicio7-11. No. La verdadera investigación de campo pasa por considerar críticamente los relatos que oímos y establecer, lo más objetivamente posible, las causas que los provocan. Otra cosa sería querer creer. O, peor, necesitar creer.

REFERENCIAS
(1) Vicente-Juan Ballester Olmos y Juan Antonio Fernández Peris, Enciclopedia de los encuentros cercanos con OVNIS, Plaza & Janes (Barcelona), 1987.
(2) José Antonio Cezón Alonso, comunicación personal a V.J. Ballester Olmos, 9 de septiembre de 1991.
(3) Vicente-Juan Ballester Olmos, “Los archivos OVNI militares son ya de dominio público”, Cuadernos de Ufología (II), Núm. 16-17, 1994, páginas 5-13, https://tinyurl.com/y74k3do4
(4) Vicente-Juan Ballester Olmos, “Morón, sensacionalismo y respuestas oficiales”, septiembre de 2001, http://www.webcitation.org/6mmRSNxXQ
(5) José Antonio Cezón Alonso, comunicación personal a V.J. Ballester Olmos, 17 de febrero de 1992.
(6) Vicente-Juan Ballester Olmos y Miguel Guasp, “Las contraencuestas de casos antiguos”, en Los OVNIS y la Ciencia, Plaza & Janés, 1989, páginas 175-180.
(7) Juan Carlos Victorio Uranga, “¿Qué fue del ovni de Barbate?”, http://misteriosdelaire.blogspot.com/2017/08/que-fue-del-ovni-de-barbate.html
(8) Juan Carlos Victorio Uranga, “Sobre el "platillo volante" visto y fotografiado en Castejón”,
(9) Juan Carlos Victorio Uranga, “Una historia increíble de OVNI gigante”, http://misteriosdelaire.blogspot.com/2013/02/una-historia-increible-de-ovni-gigante.html
(10) Juan Carlos Victorio Uranga, “¿Un robot extraterrestre en Burgos?”,
(11) Juan Carlos Victorio Uranga, “Un agricultor vasco a punto de descifrar el misterio de los "platillos volantes", http://misteriosdelaire.blogspot.com/2006/12/un-agricultor-vasco-punto-de-descifrar.html






viernes, 30 de agosto de 2019

Resucitando al OVNI de As Gándaras

El ufólogo gallego, Miguel Pedrero, publicó el pasado mes de julio, en las páginas de la revista comercial Año Cero/Enigmas, un antiguo incidente ufológico ocurrido en una instalación militar durante la llamada "oleada gallega" (1995-1996). El suceso se produjo en el polvorín de artillería de As Gándaras (Lugo), durante la noche del 27 al 28 de noviembre de 1995. En la actualidad, como recuerdo de dicho acuartelamiento, sólo quedan en pie seis garitas.


Captura del inicio del artículo de Pedrero, tomada de aquí.

Parece que el susodicho vuelve con este suceso por la aparición de un nuevo elemento. Un militar llamado Daniel F. que: ...decidió revelarnos todos los pormenores del fascinante incidente ufológico... ¡Veinticuatro años después!

La verdad es que, el referido militar, según lo que cuenta Pedrero en su artículo, no añade nada sustancial a lo que ya se sabía del caso. Y por lo que narra, hace pensar, en el mejor de los casos, en alguien que quiere gastar una broma a los ufólogos gallegos.

A pesar de que el aludido lo considera un incidente fascinante y ...uno de los casos más interesantes de la historia de la ufología española..., el mencionado avistamiento es irrelevante y ya fue explicado en su día. Puesto que reaparece el caso como algo fantástico, y por supuesto inexplicable, a continuación intentaré resumir la información existente sobre el mismo en los archivos de Vicente-Juan Ballester Olmos, que muestra todo lo contrario. ¡Que fue una falsa alarma!

Básicamente, el incidente consistió  en unas luces que se vieron en los monitores de las cámaras de vigilancia del polvorín, al inicio de la noche que, por lo visto, sorprendió a los militares. Éstas se mantuvieron fijas, aparentemente cerca del horizonte, y al parecer durante siete horas. Las "extrañas" luces no fueron visibles a simple vista. Cielo nublado con llovizna. Un grupo de soldados fue al campo de fútbol para pedir que se apagara un foco para ver mejor el OVNI. Parece que, desde el polvorín, llamaron a El Progreso pidiendo una cámara de video Betacam para grabar las luces y desde el diario enviaron a la zona una reportera y un fotógrafo. A continuación, una fotografía de la imagen que se veía en la pantalla de la instalación militar, tomada de Cuadernos de Ufología, nº 22-23 (1998).


Al amanecer, los soldados se dieron cuenta de que las "misteriosas" luces podrían ser de una instalación ubicada en un monte.

Vista satélite del polvorín, año 2006

Pero esta confusión no comenzó así, sin más. En el polvorín, seguramente estaban a la expectativa con el tema OVNI por una serie de observaciones ocurridas en la provincia que, por cierto, muchas fueron provocadas por el planeta Venus. Probablemente, el detonante de esta historia fue la publicación en la prensa local, tres días antes, de unos supuestos avistamientos de un "platillo volante" sobrevolando el campo de futbol de As Gándaras la tarde del 23. Noticia de El Progreso, del 24 de noviembre de 1995.



El día 29 de noviembre, el mencionado diario publicaba la siguiente nota sobre el incidente del acuartelamiento.


Sin embargo, a los ufólogos locales se les pusieron los "dientes largos" al oír: OVNI y militares. Y se lanzaron a una intrépida "investigación de campo". El resultado de la misma lo plasmaron en sendos artículos publicados en las revistas comerciales del ramo: Enigmas, nº 2,  febrero 1996 y Año Cero, nº 67, febrero 1996. Con unos titulares llamativos, como se puede apreciar en la siguiente captura.



El 14 de febrero de 1996, El Progreso publicaba la siguiente nota de prensa donde ponía en entredicho lo publicado por los ufólogos sobre este caso.


En febrero de 1996, Ricardo Caruncho Núñez (estudioso gallego, fallecido prematuramente en dicho año) realizó una encuesta del incidente. En su trabajo: APUNTES SOBRE LA "OLEADA" GALLEGA (As Gándaras o la exageración por sistema), publicado en CdU nº22-23 3ª Época 1998 (pp. 28-39), expuso detalladamente las indagaciones que realizó.



Caruncho, con su encuesta, confirmaba lo que ya apuntó el diario lucense y entre otras cosas, no se supo de nadie que viera luces raras en el cielo, tanto el día 23 como el 27 de noviembre, y que el "revuelo" en el acuartelamiento, por la luces que aparecieron en el monitor de vigilancia, fue una falsa alarma.

A continuación expondré algunos apuntes de la encuesta de Ricardo Caruncho. Para más detalles, pueden dirigirse al trabajo citado pinchando en el enlace de arriba.

El OVNI del 23 de noviembre

El Progreso destacó a As Gándaras a la periodista Cary y al fotógrafo Pedro Agredo para indagar las tres llamadas telefónicas anónimas recibidas en el diario sobre la visión de un "platillo volante" sobre el campo de fútbol. Según la entrevista de Caruncho con Cary:
No vieron nada ni encontraron a nadie que hubiera visto algo. Opina que todo ha sido desquiciado y sacado de madre. (CdU pp. 33-34)
Lo mismo exponía el delegado de campo:
Antonio Díaz Souto, delegado del campo de fútbol, no vio nada ni sabe de nadie que hubiera avistado el fenómeno (ni jugadores ni entrenadores). (p. 36)

Sobre la fotografía del monitor del polvorín.

Según la entrevista de Caruncho con el fotógrafo José Vázquez, éste último fue hasta el acuartelamiento pero no entró en el mismo. Según su testimonio, un conocido le dejó la grabación y al visionarla en la redacción del periódico tomó las fotos. Luego, la devolvió. Caruncho no consiguió identificar a dicho conocido.


Varios momentos en las pesquisas de los ufólogos gallegos, tomados del artículo de Caruncho (pp. 35 y 36).
¿Ufología de campo o pedestre? 
Tanto los periodistas como el delegado del campo de fútbol expresaron su disgusto y descontento por la información aparecida en las revistas comerciales. Términos como "tergiversadores", "manipuladores", "exageración", "desmadre", fueron usados por los implicados en el asunto. .
Contrariamente a lo que escribe Manuel Carballal en Año Cero (febrero de 1996):
Goyán es un pueblo, no una "escéptica y aséptica periodista".
No se vio ninguna luz cuando los soldados acudieron al campo. 
Los militares no asaltaron el despacho del delegado del campo ni se movieron "de extremo a otro del recinto nerviosamente", sino que su postura fue tranquila, correcta y educada. 
Sabella Corbelle no se desplazó hasta el Polvorín. Contrariamente a lo publicado por A. Navarro, M. Requejo, y J.M. Lesta en Enigmas (febrero 1996). 
José Vázquez fue hasta el Polvorín, pero no entró en las dependencias militares y, mucho menos, por tanto, sacó la fotografía del monitor del Polvorín. 
No hubo ninguna llamada misteriosa de "alguien conocido que le orientó" sobre la explicación. 
Nadie vio luces la noche del 27 al 28 de noviembre de 1995.

¿Cazas persiguiendo el OVNI de As Gándaras?

Caruncho escribe en la página 39:

...Asimismo, repasando sus  declaraciones (las de Marcelino Requejo) a televisión (TVG) indicó que era significativo el hecho de que el día 26 de noviembre pasaran dos cazas por Lugo, en relación con el caso del día siguiente, cuando lo bien cierto es que no hay nada significativo en ello a no ser que los pilotos fueran del Escuadrón de Clarividentes y, aún así, habrían calculado mal la hora.

Antonio Díaz Souto (delegado del campo de fútbol), entre otras cosas, le dijo a Caruncho:

Parece ser que dichas luces se ven siempre, pero se fijaron en ellas ese día. En el polvorín están bastante quemados con toda esta historia y no desean más publicidad; unos periodistas de TV fueron hasta allí, pero los echaron. (página 31)

Consultas a estamentos oficiales

Joan Plana Crivillén en: VIDEO DE AS GANDARAS:CONSULTAS OFICIALES, CdU nº 22-23, 1998 (pp. 39-41), expone las gestiones que realizó sobre el asunto. El 29 de enero de 1996, Plana escribió al Estado Mayor del Ejército de Tierra sobre el incidente gallego, que contestó lo siguiente el 28 de marzo:


El 23 de marzo, Plana escribió al Gabinete de Prensa de la Región Militar Noroeste, con sede en la Coruña y el 12 de marzo recibió respuesta del General don Jesús Maldonado de Arjoja, jefe del Estado Mayor de dicha región.



El 19 de julio de 1996, Joan Plana recibió la siguiente carta del Ejército de Tierra en contestación a una suya remitida en Mayo:




El mencionado estudioso catalán terminaba su artículo con este texto:
Para nosotros este caso está terminado. Creemos que sólo un exceso de imaginación o el intento de sacarle unas perras al suceso, puede convertirlo en algo misterioso. Este hecho ha sido causa de innumerables despropósitos publicados bajo titulares llamativos ("¿Expían las instalaciones militares?") por servidores del sensacionalismo para quienes la ufología es equivalente a una antología del disparate. 
En el fondo, todo ufólogo busca hallar algo importante en los sucesos OVNI. Nadie duda de la legitimidad de este propósito. Pero otra cosa es comulgar con ruedas de molino. Y otra -peor aún- es engañar al público por mor de una "investigación" deficiente e incompetente, que es lo que se ha hecho con este suceso una vez más. (p 41)

En el expediente del caso, facilitado por Ballester Olmos, figura una interesante información conseguida por un estudioso madrileño, José Manuel García Oliva. El citado, consiguió contactar con una persona (L. S.) que hizo el servicio militar en As Gándaras y que la noche de autos estuvo de guardia en el polvorín. L. S. rellenó un cuestionario que viene a confirmar lo irrelevante que fue el incidente.

J.M. Oliva escribió al Ejército de Tierra pidiendo información sobre el caso del acuartelamiento gallego y recibió esta contestación.



Para terminar, el autor del artículo de Año Cero, de febrero de 1996, muestra un recuadro, en el mismo, con el título de:



Aprovecho para señalar que varios de esos casos ya están explicados. Por ejemplo, sobre el expediente del 2 de abril de 1966, Vicente-Juan Ballester Olmos y Julio Plaza del Olmo, después de una laboriosa búsqueda y análisis, han elaborado este trabajo: EXPEDIENTE MILITAR 660402, CARREIRA (A CORUÑA),  que está relacionado con: EL OVNI DE LA GRAÑA, de VJ Ballester, Julio Plaza y Mercedes Pullman y LA EXPERIENCIA ESPACIAL DEL 22 DE ABRIL DE 1966, también de VJ Ballester y Julio Plaza.

El caso del 5 de diciembre de 1989 (no de 1990, como dice el artículo) ocurrido en Sada (A Coruña), también está explicado. Aquí y aquí, dos entradas con la solución del avistamiento.




domingo, 17 de marzo de 2019

7 de febrero de 2019: La fantástica noche de los OVNIs

Según un conocido programa televisivo sobre "misterios", en la citada noche ocurrió algo extraordinario en nuestros cielos relacionado, al parecer, con los escurridizos objetos volantes no identificados. 
 
Tomado de la página de Cuarto Milenio.

En dicho programa se hicieron, por lo visto, mucho eco de lo sucedido en Cogollos de Guadix, Granada, pero creo que ninguno para resolverlo. Todo lo contrario, han añadido más "misterio" para sacarse de la manga esa noche mágica: El avistamiento de una extraña luz en Badajoz.

La citada noche, hacia las 20 horas, un observador ubicado en el cementerio de San Juan Bautista, de Badajoz, observó hacia el Clínico una luz intensa a baja altura. Fue ascendiendo y acercándose lentamente, por su derecha, hasta que al llegar, aproximadamente, a la altura de un repetidor desapareció. El testigo grabó y fotografió la misteriosa luz.

Fotografías "a distancia normal", tomadas de aquí.

También utilizó el zoom de la cámara y lógicamente obtuvo imágenes más grandes pero con diversos cambios de forma, tamaño y color.


El testigo refiere unas secuelas sufridas a raíz de su observación pero no entraré en este asunto porque, como se verá más abajo, parece  que la "misteriosa" luz no tuvo nada que ver.

El caso sigue todavía inexplicado y es utilizado como prueba de que algo extraordinario ocurrió la noche de OVNIs.

En mi opinión, la explicación es la siguiente: La extraña luz era la ISS (Estación Espacial Internacional), que la citada noche fue visible desde Badajoz con una magnitud visual semejante a la del planeta Júpiter y en algunos momentos, superior. A continuación, un mapa de ubicación.


Según el testigo, el pretendido OVNI fue descubierto hacia el Clínico (WNW). Precisamente, por esa dirección iniciaba su aparición, a baja altura, la ISS. Fue ascendiendo lentamente por la derecha del testigo, hasta los 45º (dirección NNE), y luego comenzó a descender hasta que desapareció, al entrar en el cono de sombra de la Tierra, cerca del este. Coincidiendo con la descripción  del observador.


La ISS al inicio de la observación a 13º del horizonte, sobre el Clínico, a las 20:06 horas locales.


La ISS cerca del este en el momento que se "apagó", a 33º sobre el horizonte y las 20:10 horas locales.

Las extrañas formas que mostraba la misteriosa luz al grabarla y fotografiarla tienen su explicación. Al no haber casi luz, la cámara da más tiempo de exposición y le cuesta enfocar con lo cual, lo fotografiado a pulso (el supuesto OVNI) sale movido (alargado, en forma de tubo, retorcido, etc.) y desenfocado. Si, además, se usa el zoom, el desenfoque y las distorsiones (forma, tamaño y color) resultan más patentes y suelen desconcertar al más versado.

Un incidente vivido de forma intensa y emotiva pero que tiene una solución muy normal, como se ha visto.




miércoles, 13 de marzo de 2019

Las nuevas "evidencias" en el caso Adamski

Hojeando la revista Año Cero de este mes, veo publicado un artículo de Manuel Carballal dando pábulo a las fantasías del contactado estadounidense, de origen polaco, George Adamski, basándose en unas reveladoras fotografías que han salido a la luz y que, por lo visto, es "un asunto que ha agitado los pilares de la ufología internacional".


El citado artículo se puede leer aquí (Págs. 88-93). En él se hace un breve repaso a la vida y obra de Adamski y, entre otras cosas, se da a entender que las fotos de un "platillo volante", obtenidas por unos niños ingleses el 15 de febrero de 1954, en Coniston, corroborarían las del contactado.



A estas alturas, el mencionado ufólogo ya debería saber que las fotos que tomaron los niños son más falsas que una moneda de tres euros. Además, éstos se basaron en las fotografías de Adamski, que se publicaron en Inglaterra cuatro meses antes que las tomadas por los críos, que según los siguientes enlaces, eran muy dados a las bromas, a hacer dobles exposiciones, a las fotos de fantasmas y cosas por el estilo.


Volviendo a las evidencias fotográficas antes mencionadas, hay que señalar que estas "revelaciones" ya estaban circulando por Internet desde hace un par de años. Son unas fotografías tomadas por Adamski, el 20 de noviembre de 1952, al parecer antes de su contacto con el venusino Orthon, que muestro a continuación y están tomadas de la página de Erik Olsen.


Y que el propio contactado desechó en su día, supongo que porque, como se ve en las imágenes, sólo mostraban matojos y pedruscos.

Sin embargo, en el artículo de Año Cero se presentan como evidencias reveladoras un platillo "adamskiano" despegando y un humanoide, que estaban ocultos en dichas fotos, descubiertos ahora por el artista y fotógrafo danés Rene Erik Olsen "al someterlas a modernos procesos de tratamiento de imágenes".

La revista mezcla las imágenes y publica un "platillo" por otro.

Como se puede ver en la página de Erik Olsen, esa no es la nave que estaba oculta en la primera fotografía. Ese "platillo" lo capturó Adamski, según Erik, a través de un telescopio. Es este otro.


La imagen del humanoide descubierto en la segunda foto.


A continuación la serie de fotos, tomada de la página de Olsen, donde estaba oculto el venusino que, según el susodicho, saludaba a Adamski.


Rene Erik Olsen es pintor, fotógrafo y ufólogo creyente en OVNIs de origen extraterrestre. Dice que las fotos y filmaciones de Adamski son genuinas y realiza este tipo de mejoras fotográficas para la Fundación Adamski. Según cuenta en esta entrevista, ha visto numerosos OVNIs.

Las imágenes "descubiertas" por el artista danés, al mejorarlas digitalmente, tienen toda la pinta de una manipulación hecha con Photoshop ya que, por mucho que se aclaren sombras, se contrasten y enfoquen zonas concretas de la imagen, como dice Olsen que ha hecho, de donde no hay no se puede sacar.

A nada que se fije el lector en las dos fotografías iniciales, verá que la zona de desierto, que aparece en las mismas, es muy reducida y próxima a la cámara. Si se coteja la manchita-platillo, ubicada en la parte superior derecha, con el terreno circundante se puede ver que la pretendida nave no es mucho más grande que cualquiera de esos pedruscos que hay por el suelo.

En fin, si se compara también al presunto venusino con las piedras y matojos que hay en su entorno, se advertirá que tiene un tamaño semejante al de un liliputiense. Da la impresión de que Orthon se hubiera comprimido al pasar por un portal espacio-temporal cuántico de esos.

El artículo (última página) del referido ufólogo termina apuntándose a una hipótesis de Paco Máñez que resulta ininteligible: Adamski "pudo ser partícipe de algún tipo de experimento psicológico del ejército para ocultar desarrollos experimentales con el mito extraterrestre, hasta que se les fue de las manos". (?!?!)

Carballal viene a sugerir que eso explicaría por qué "los diseños de  Townsend Brown" son "sorprendentemente idénticos a los platillos de Adamski" , como muestra esta ilustración publicada en su artículo.


Como señala Manuel Borraz:
Esto podría ser "sorprendente" (y sólo hasta cierto punto) si hubiera ilustraciones hechas por Thomas Townsend Brown mostrando naves "adamskianas" antes de que Adamski las popularizara, es decir, antes de 1952. [...] pero en vista de la nota que copio más abajo, escrita por el propio Townsend Brown en 1958, la impresión que da es que el "scout ship" del que habla se parece mucho al de Adamski... porque es precisamente el de Adamski. El título de la nota no puede ser más claro: "An Analysis of the Adamski Photograph in the Light ofRecent Laboratory Findings" (Pág. 103)