El pasado día 13 de mayo, DMAX emitió el documental "Ovnis y militares", de la
serie Extraterrestres: están entre
nosotros, presentado por el periodista Lorenzo Fernández Bueno. En el
mismo, se expuso un incidente espectacular ocurrido en el interior de una base
militar española.
Según el reportaje, un OVNI fue visto sobre el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 4 (EVA 4), ubicado en Roses (Girona), en la noche del 25 de marzo de 1971. Cuando desapareció, un humanoide (al parecer, relacionado con el OVNI) penetró en la instalación militar y fue repelido a tiros por dos soldados de guardia. El extraterrestre, en su huida, reventó la primera verja metálica que delimitaba la base. A falta de un enlace a dicho programa, pongo este video tomado de Twitter.
En la publicidad mediática que se hizo de la serie unos días antes de su emisión se señaló, entre otras cosas:
El escritor, periodista y divulgador Lorenzo Fernández Bueno regresa a DMAX para liderar esta nueva investigación que permita hallar las pruebas definitivas para esclarecer la verdad sobre la presencia de OVNIS y de supuesta vida extraterrestre mucho más cerca de lo que podemos imaginar. [...] Desde una perspectiva rigurosa y aportando datos, ‘Extraterrestres, ellos están entre nosotros’ ofrece una información documentada y contextualizada de estos sucesos, y es la serie más completa que jamás se ha realizado sobre la historia de los OVNIs en España (El Confidencial, 7 de abril de 2021). (El resaltado es mío)
Como la historia me llamó la atención, me
puse a buscar información sobre la misma y resulta que hay documentación
relevante que se soslayó en la emisión de DMAX.
Por ejemplo, la trayectoria vital de Jesús Jofre a partir del incidente de 1971 (contactismo, Nueva Era, etc.). En este enlace se puede ver su curriculum. Además, ha publicado un libro relatando la historia ocurrida en el recinto militar y su posterior andadura mística. La primera versión se titula: CONTACTO OVNI mi experiencia personal y en el año 2014 una segunda versión, ampliada, titulada Contacto con Sharhim: Un ser de quinta dimensión. En los enlaces se puede acceder al prologo, introducción y principio del libro.
Otra información, en mi opinión importante,
que por lo visto también se les olvidó mencionar a los autores del documental
es que, esta historia ya se publicó hace cuarenta y nueve años. Concretamente
en la revista Algo, nº 193, de enero
de 1972. Antonio Ribera, en Los doce
triángulos de la muerte, pp. 119-123 (1976), también cita el caso basándose
en el artículo de Algo.
Gracias a Vicente-Juan Ballester Olmos dispongo de toda la información del incidente que tiene en sus archivos. Además del mencionado reportaje de Algo, hay, entre otros datos, un informe del IIEE y otro del CEI (investigaciones de primera mano realizadas en abril de 1971 y en 1979). Gracias también a Manuel Borraz por facilitarme un trabajo sobre el suceso que desconocía. Se trata de un artículo de Emma P. Rodríguez, El cas de l’humanoide del Puig Peni demarç de 1971, publicado en Nous Papers d'Ovnis, nº 5 (diciembre 2018), CEI, pp. 32-68.
El trabajo de Emma P.
Rodríguez es crítico, muy completo y resulta esclarecedor. Aparte de difundir dicho artículo, poco más puedo
añadir sobre el caso. De todas formas, intentaré exponer la información
relevante que hay sobre el mismo para mostrar si los hechos relatados son tan
extraordinarios como se contaron en la emisión televisiva.
Versión actual de Jesús Jofre
Empezaré con un resumen del suceso tal y como lo cuenta actualmente Jofre en sus libros y entrevistas. En la noche del 25 de marzo de 1971, un OVNI es visto sobre la base militar (observado por Jofre, Alberto y Lalo). Cuando "la nave" desapareció, Jofre vio un resplandor verde tras las casetas de microondas.
Se acercó con Alberto, que
llevaba al perro Fiero sujeto con una
correa (por lo visto, Lalo se fue al cuerpo de guardia para ver si se había
detectado algo en el radar). Un extraño parloteo invadió la mente de Jesús y a
continuación, oyeron un ruido como de alguien que se acercaba a ellos. La
oscuridad era total y no se veía nada a cinco o seis metros. Al fin, pudieron
distinguir una figura humana muy alta, de 2,20 metros, que se les echaba
encima.
Cuando estaba a unos pasos de los testigos le dieron el alto y como no hizo caso, le "cosieron" a tiros con un cetme y una pistola. El humanoide dio media vuelta y salió huyendo. Se escuchó un golpe fuerte contra la valla metálica y luego silencio. Al inspeccionar la cerca encontraron que faltaba un trozo, como si alguien la hubiese reventado al chocar contra ella, y los bordes estaban negros, parecían como chamuscados.
Mientras explicaban lo sucedido a sus compañeros, Lalo les advirtió de que el OVNI había aparecido de nuevo. Todos vieron como "la nave" descendía a gran velocidad hacia el mar dejando una breve estela. Lalo, que estaba en una posición más avanzada, vio como la bola de luz se estrelló contra el mar como un gran flash, que le cegó.
El radar no detectó la presencia del OVNI. Por lo visto, nadie les creyó pero en la noche del 27 de marzo, un OVNI similar al de la noche del 25 apareció estático en el cielo durante tanto tiempo que toda la guarnición pudo observarlo. En la noche del 29, el OVNI volvió a aparecer.
Miguel Pedrero publicó un artículo sobre el caso: Ovnis y 'extraterrestres' en una base militar española, soldados disparan contra un humanoide, en la revista Año Cero, nº 229, agosto 2009.
Cuenta la misma historia y pone nombre a dos testigos: Anselmo P. y Luis Solá. Termina el artículo señalando que los ovnis regresaron a la base en 1991, concretamente en la madrugada del 13 de septiembre. El informe fue desclasificado por el MOA en 1996 y se puede leer aquí. Parece que el estímulo de la observación fue un proyector de luz de alguna discoteca de la ciudad. Al final incluye un texto, en un recuadro, que no tiene desperdicio:
En este video, Iker Jiménez y Miguel Pedrero entrevistan a Jesús Jofre (año 2009) donde el relato del susodicho es idéntico.
La versión en Algo
A continuación, la narración que hizo el testigo principal hace cuarenta y nueve años. En la revista Algo, nº 193, enero de 1972, se publicó un articulo titulado: Observaciones desde una base de radar, firmado por un tal Ficher. De la lectura de dicha reseña se deduce que Ficher era el seudónimo de Jesús Jofre.
En esta primera versión del testigo aparecen discrepancias significativas con el relato que hace actualmente. He subrayado las más relevantes en color verde. Por ejemplo, el perro se llama Narvik en lugar de Fiero y el destello que cegó a uno de los soldados, se produjo antes del tiroteo:
Pedrero, en el vídeo enlazado más arriba (minuto 14:32) y en Año Cero, cuenta la visión del flash de la siguiente manera: "un objeto de grandes dimensiones, oscuro, que impactó contra el mar, contra la bahía de Rosas y generó una explosión luminosa enorme". Y dice que ocurrió al mismo tiempo, o después, que los disparos.
Jofre, en su libro, narra el incidente de esta forma, ubicándolo después del tiroteo:
Siguiendo con el relato
publicado en Algo, Ficher siente
"como si el ambiente estuviese cargado de electricidad". En la
versión actual es "ese extraño parloteo volvió a invadir mi mente". Y
ahora viene lo más interesante, lo del humanoide:
Asimismo, no menciona nada sobre la verja metálica reventada. Termina el artículo refiriendo una serie de observaciones OVNI ocurridas en la base a lo largo del año 1971.
Versión del IIEE
Ficher señala que dos miembros del CEI de Barcelona acudieron a investigar atraídos por los rumores. Eran Ramón Navia y Alberto Vallés. Por lo visto, no entregaron el informe correspondiente a la asociación citada y poco después se marcharon de la misma fundando el IIEE. Doce años después publicaron un articulo en Espacio Compartido, 9, febrero 1983: Qué sucedió en Rosas...?
Apuntan que los acontecimientos ocurrieron el mes anterior a su visita. Por lo que resulta que la encuesta la realizaron en abril de 1971. No dan nombres ni fechas. Resumo los hechos recogidos por los dos ufólogos. A las 00:10 horas de un día indeterminado, los soldados estaban viendo la televisión y uno de ellos salió al exterior. Al rato, entró a la carrera en el barracón dando aviso de que fuera había un OVNI. Después, cuando el objeto luminoso desapareció:
Al mismo tiempo, se produjo una gran excitación en los perros y tuvieron que avisar al encargado de los mismos para que los calmase. Luego se dieron cuenta de que la puerta de la perrera miraba en la dirección donde se produjo el destello. "Durante esa noche, no se produjo ningún otro acontecimiento, pero se mantuvo una alerta especial, por si fueran reiterativos." (el resaltado es mío).
En noches sucesivas se repitieron las observaciones de extrañas luces que evolucionaban muy cerca de las instalaciones y que fueron confirmadas por oficiales y soldados de guardia durante esas fechas. Pero lo más destacable es lo que le ocurrió a un soldado en una de esas noches.
Al día siguiente se efectúo una rastreo para esclarecer el extraño suceso. Examinaron la verja metálica por si algún animal estuvo merodeando por la zona pero no encontraron ninguna huella ni rastros en la valla. Los perros se mostraron alterados después del tiroteo. No se hizo ninguna declaración oficial.
Versión del CEI
En 1979, Antonio Gudel y Diego Fuentes (del CEI) entrevistaron a uno de los testigos, Pedro Claret Llardó. El informe que realizaron está fechado el 13 de marzo. A continuación, un resumen de los acontecimientos según esta versión.
Hacia las dos de la mañana, Claret es despertado por el teléfono y le dicen que llame al sargento de guardia que en la cima del monte Pení sucedía algo anormal. Cuando subieron, el cabo de la Policía Aérea les explicó que habían visto un extraño objeto sobre los radares. Miraron hacia arriba y todavía pudieron verlo. Era un cuerpo que brillaba muchísimo.
Claret refiere el asunto de los disparos por el testimonio del propio afectado, el Policía Aéreo de guardia esa noche Anselmo Pi, y por el resto de componentes de la guardia:
A la mañana siguiente se revisó minuciosamente la zona y no encontraron ninguna señal o huellas de la misteriosa presencia ni de ningún animal. Se dieron cuenta, después de los hechos, que los perros ladraban de forma desacostumbrada y lo relacionaron con el incidente. El Sr. Claret declara que no hubo ninguna encuesta oficial.
Elementos discordantes que saltan a la vista
Resulta que el testigo principal no fue Jesús Jofre. Los testigos, entre los que se encontraban Jofre, Solá y Pí, explicaron a los encuestadores del IIEE y del CEI que fue Anselmo Pí el que realizó los disparos y, además, que estaba sólo.
IIEE y CEI (1971 y 1979) coinciden en que fue Pi el que vio el bulto después de salir de la garita a investigar un ruido extraño y no porque Jofre viera una luz verde, dato que el susodicho tampoco menciona en el artículo de Algo.
Según el IIEE, el flash que cegó a Solá ocurrió en una noche diferente a la de los disparos.
En la versión de Jofre en Algo y en las del IIEE y CEI se indica que no se encontró ninguna evidencia o huellas del supuesto bulto. Sin embargo, en la versión actual se dice que falta medio metro de valla, dato relevante que resulta incomprensible que no lo recojan las fuentes iniciales.
Según la versión actual, Anselmo Pi a la vez que disparaba su fusil sujetaba al perro con la correa (que tiraría de la misma para ir a por el presunto intruso). Asunto complicado sólo con dos manos y en un momento de gran tensión emocional.
Conclusión
En las primeras versiones no se habla de humanoide. La descripción de Ficher en Algo es: "creí ver un bulto". En el informes del IIEE, Pi "tuvo la impresión de que había alguien o algo en las cercanías, al girarse observó un cuerpo oscuro de talla superior a la de un hombre normal". En el informe del CEI, Pi "tuvo la 'sensación' de una presencia física en la zona, viendo como un cuerpo oscuro de dimensiones superiores a las de un hombre [...] Aunque debido al estado anímico del centinela, y la precipitación de los acontecimientos no puede asegurarse objetivamente tales hechos...".
Es a partir del año 2009 cuando aparece en el relato un humanoide de más de dos metros de altura, embellecido con detalles como un cinturón con un emblema triangular luminoso. Además, el extraterrestre está dibujado a contraluz (ver boceto más arriba). Si la noche era de total oscuridad ¿como es posible que la figura estuviera a contraluz?
Por otra parte, en el trabajo de Emma P. Rodríguez, enlazado al principio, se señala: "Pero es que además, sabemos por soldados presentes en la base que la historia del humanoide es una adición moderna al relato de los hechos."
De este enlace están tomados los dos comentarios que pongo a continuación. El número 12 corresponde a un militar profesional que prestó servicio en el EVA 4 en el momento de los acontecimientos.
Sin humanoide, esta historia se queda únicamente con una serie de observaciones de objetos luminosos en el cielo de un interés relativo ya que, la mayoría podrían ser confusiones con astros y meteoros. Precisamente, por esas fechas estaba en el cielo el planeta Júpiter, muy llamativo por estar cerca de su oposición (23 de mayo). Salía por el ESE sobre las 0:10 horas.
Según el relato publicado en Algo, el OVNI que se vio a las 12:30 de la noche del 25 de marzo estaba "a la altura por donde aparece Marte". Si se interpreta como "en la dirección por donde aparece Marte", el planeta Júpiter estaba justo en esa dirección a la hora citada, con una coloración anaranjada por estar cerca del horizonte. Aunque Ficher menciona a Marte y conocía por dónde salía, parece ser que no estaba al tanto de la presencia nocturna de Júpiter.
La repetición de los
avistamientos del OVNI durante varias noches, al parecer por la misma zona del
cielo y con la misma apariencia, coinciden con las apariciones nocturnas de
dicho planeta, que sería visible o no según la condiciones atmosféricas
reinantes.
En el documental de DMAX, los ufólogos insistieron en que el incidente sigue sin desclasificarse y, por lo tanto, hay ocultamiento de lo hechos para no dar explicaciones de los mismos.
Vicente-Juan Ballester Olmos escribió, en el año 1989, al responsable del EVA 4 preguntando por la veracidad de los hechos. No recibió respuesta. En 1991 consultó al jefe de Seguridad de Vuelo del CGEA y custodio de los expedientes clasificados. No había ningún expediente con fecha 25 de marzo de 1971 en el EVA 4. En 1993, en plena desclasificación, escribió al jefe del MOA facilitando una relación de casos ovni presuntamente acaecidos en instalaciones militares. En dos ocasiones, el MOA solicito un rastreo de la información y del EVA 4 no hubo respuesta.
Los informes del IIEE y del CEI ya dicen que no se realizó ninguna encuesta oficial. Creo que lo más razonable es pensar que si no hay expediente desclasificado sobre el incidente es porque no hubo investigación alguna.