Uno
de los clásicos de la ufología española, que después de 47 años muchos ufólogos
siguen manteniéndolo invulnerable e inexplicado, es el ocurrido sobre Valladolid, y provincias
vecinas, el jueves 16 de septiembre de 1965. Durante la tarde de ese día, miles
de personas observaron, durante varias horas, un extraño objeto luminoso a gran
altura, hacia el Este y, aparentemente, estático. Noticia publicada por El Norte de Castilla el día 17 de
septiembre.
Pedro
García y Ángel del Pozo, en el artículo: Esgueva:
Zona OVNI, publicado en la revista AÑO/CERO,
año XIV/nº 09-158, califican el incidente de esta manera:
"El caso de septiembre de 1965 es,
seguramente, uno de los más espectaculares y multitudinarios de los ocurridos
en la provincia de Valladolid..."
Desde
el aeropuerto de Villanubla, el objeto fue seguido con teodolito y observaron
que su altura variaba entre 42º y 45º y su azimut, de 89º a 122º. Estas
variaciones del supuesto OVNI eran continuas pero no uniformes porque en
ocasiones se mantenía estacionario. Cuando estuvo en la vertical de Tudela de
Duero le calcularon una altitud aproximada, desde el nivel del suelo, de 22,3
kilómetros.
El
aviador civil Heliodoro Carrión intentó aproximarse, con su avioneta, al objeto luminoso y cuando alcanzó unos 14500
pies (4420 metros) pudo ver, durante media hora, que el "platillo
volante" estaba por encima de él, por lo menos a otros 15000 pies. Era gigantesco,
triangular, de color blanco plateado y giraba sobre sí mismo aunque a veces
pendulaba suavemente de izquierda a derecha.
Otro
testigo de excepción fue el sacerdote ufólogo Antonio Felices que, con su
telescopio, observó, desde el Colegio de los P.P. Dominicos de Valladolid, el
extraño objeto luminoso y realizó el siguiente dibujo.
Boceto
extraído del libro de Antonio Ribera: El Gran enigma de los platillos volantes, Editorial Pomaire (1966), pág. 278. Según
el Padre Felices, era un objeto metálico muy grande y situado a una enorme
altura. Calculó que tenía un kilómetro cuadrado de superficie. Hacia las 20:05
horas el OVNI empezó a elevarse con rapidez y se perdió de vista. La versión
del sacerdote dominico sobre la desaparición del supuesto OVNI discrepa con la
que publicó El Norte de Castilla el
día 17, que es esta:
Poco a poco, el objeto misterioso fue
reduciendo su tamaño y luminosidad hasta quedar confundido con las primeras
estrellas del atardecer.
Según
el articulo de Año/Cero, citado más
arriba:
De vez en cuando salían unos puntitos de
la luz del aparato que se alejaban en todas direcciones. [...] ¿Qué eran
aquellas luces que Antonio Felices aseguró haber visto entrando y saliendo de
esa extraña "nube"? ¿Rayos y centellas?
Lo
de la "extraña nube" viene de una de las explicaciones que se
propusieron al día siguiente de la observación: "Nube madre perla". Luego comentaré sobre dicho tema.
Volviendo a los puntitos de luz que salían del "platillo volante", el
propio sacerdote lo explica claramente en una carta dirigida a Antonio Ribera y
publicada en la obra mencionada anteriormente (p. 273):
No me atrevo a asegurar, y tampoco lo
puse en el artículo que apareció en la Flying Saucer Review, que me pareció ver
dos puntitos muy luminosos que se apartaban del ONI. Digo que no me atrevo a
asegurar porque podía muy bien ser criatura de mi imaginación. En un caso como
ese por parcial (sic) que uno quiera ser la imaginación excitada
le puede engañar al mejor observador, aun sin quererlo. Así que sólo se lo
digo, pero sin asegurarlo.
Una
de las explicaciones que se plantearon fue que el objeto luminoso podría ser
una "nube madre perla". Los ufólogos García y del Pozo hablaron con
el jefe de predicción del Centro Meteorológico Territorial de Castilla y León
sobre dicho tipo de nube y les comentó:
...que en su dilatada carrera jamás había oído
el término "nube madre perla". Después de buscar en libros
especializados, entre ellos el Diccionario de Vocabulario Meteorológico
Internacional, nos confirmó que ese termino no existía.
Pero
parece que dicho término sí existe. A las nubes madreperlas también se les llama nubes nacaradas. Son llamativas y coloridas nubes
estratosféricas polares. Obviamente, esta explicación no cuadra con lo
observado.
La
hipótesis que sí concuerda con la descripción del avistamiento es la que
propuso El Norte de Castilla, los días
17 y 18 de septiembre, al informar sobre la aparición de espectacular "platillo
volante":
Lo más probable es que se tratara de un
globo sonda [...] Hubo quien creyó ver la tela plegada de un
globo no totalmente hinchado al observar el objeto con diferentes medios
ópticos de no muchos aumentos. Esto concuerda con la hipótesis muy probable de
que se tratase de un globo sonda de los empleados para el estudio de la
estratosfera...
Evidentemente,
la larga duración del avistamiento, los miles de testigos, la descripción, comportamiento y desaparición del objeto (cuando dejó de reflejar la luz solar), concuerdan con la observación
de un globo estratosférico. De hecho, unos mineros encontraron el globo, el día
22 de septiembre, en la sierra Atalaya, municipio de Alboloduy (Almería). La
noticia la publicó el diario ABC el día 23.
En
el siguiente mapa meteorológico (del 15 de septiembre a las 18Z) puede
apreciarse la dirección del viento reinante en el nivel de los 10 milibares (31
Km. de altura), altitud en la que flotaba el globo estratosférico soltado en
Aire-sur-L'Adour.
En
la base francesa de lanzamiento de globos, el viento (que soplaba, en el nivel
citado, a unos 14,4 km/h) era de componente norte y al entrar en la península
ibérica iba cambiando a componente noreste. Con lo cual, el globo fue llevado,
por el viento, desde Francia hacia Valladolid. Datos obtenidos de este sitio.
El
globo, en su periplo por el cielo peninsular hasta su caída en Almería, tuvo
que provocar más observaciones de "platillos volantes", ¿No?.
Efectivamente, así fue. Según la prensa de la época, a la que he podido
acceder, hubo varios avistamientos de los enigmáticos "platillos". Nueva España de Huesca, del día 17 de
septiembre de 1965, publicaba una observación en Sabiñanigo efectuada el día
16, probablemente por la mañana. La nota de prensa no lo especifica.
Además,
la descripción del avistamiento es escueta y no queda muy claro si pudo
tratarse del globo estratosférico. En los casos siguientes sí es segura la identificación
y el "platillo volante" observado era un globo. El día 17, por la
mañana, fue visto en Baza (Granada). Noticia publicada por ABC de Sevilla el día 18.
El
sábado día 18, durante todo el día, fue visto en Elche. Noticia divulgada por Odiel el día 19 de septiembre (pág. 9).
Asimismo,
los días anteriores a su caída, el globo fue visto en la ciudad de Almería y en distintos puntos de la provincia. ABC de Sevilla del 23 de septiembre.
En
definitiva, un incidente provocado por un evidente globovni que es considerado,
todavía, por muchos ufólogos como la aparición de una espectacular nave
portadora.