miércoles, 27 de febrero de 2008

¿Misteriosos objetos volantes sobre el EVA 5?

Según Gabriel Gomis Martín: “se han paseado con total impunidad aeronaves desconocidas en numerosas ocasiones” sobre el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 5 (EVA 5). En su artículo, Gomis relata tres observaciones (por lo visto, no son tan numerosas como dice) producidas en la citada base radar, ubicada en la Sierra de Aitana (Alicante).

De los tres avistamientos que narra me voy a ocupar, en esta entrada, del ocurrido el día 10 de octubre de 1975, puesto que, a pesar de la escasa información que ofrece, todo apunta a una confusión con un cuerpo celeste.

A las 9:30 de la mañana del día 9 se comprueba una señal de radio misteriosa que se toma por interferencias. Los técnicos de mantenimiento no encuentran nada anómalo y:

“... una vez descartado un problema técnico, sólo podrían ser efectuadas por “algo” que les fuera cercano.” “Al medio día las enigmáticas interferencias cesan.”

A las 0:00 horas del 10 de octubre, se observa en el cielo una luz blanca intensa. Se encuentra ubicada entre la estación radar y Benidorm (aproximadamente hacia el ESE). Es observada hasta las 4:00 horas, momento en que el avistamiento finaliza por la aparición de nubes.

Durante la mencionada madrugada estaba en el cielo el planeta Júpiter. A las 0:00 horas (GMT+1) tenía un azimut de 151º (situado hacia el ESE) y una altura sobre el horizonte de 54º. Era visible, si las nubes lo permitían, hasta las 7:29, hora en la que se produjo su ocaso. Como se puede ver en la foto satélite, el azimut del astro coincide con la dirección del supuesto ovni. Además, el día 13 de octubre Júpiter se encontraba en oposición y, por lo tanto, mucho más brillante de lo habitual. Circunstancia que no pasaría desapercibida.

Las interferencias, probablemente, no tuvieron ninguna relación con la “misteriosa” luz que veían en el cielo. Al menos, no coinciden en el tiempo (excepto de 0:00 a 4:00 horas del día 10) con la observación del supuesto ovni. Además, los datos (aunque insuficientes) señalan al planeta Júpiter como responsable del misterioso ovni.

Resulta curioso que con tan escasa información, y sin tener en cuenta otras posibilidades, se concluya que lo visto sobre la instalación militar, en la madrugada del día 10 de octubre de 1975, era una aeronave desconocida.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Málaga, 27 de marzo de 1974: ¡Ni globo ni ovni!

El día 28 de marzo, jueves, el diario Sur de Málaga publicó, en primera página, la fotografía de un extraño objeto luminoso con el siguiente titular: “¿Seres extraterrestres? DOCUMENTO EXCEPCIONAL” El artículo estaba escrito en un tono más bien neutro, casi desmitificador. El día 29, sin embargo, el asunto cambiaría radicalmente. Todo fueron exclusivas mundiales, información en primera página, flotilla de ovnis, entrevistas en televisión, etc. Ese cambio en el tratamiento periodístico de la noticia fue debido a que se encontraron, la noche anterior y en los negativos, dos “luces” más pequeñas.


Cortesía "Foto Salas", diario Sur

El diario Sol de España replicó que todo fue debido a un globo sonda que cayó, al día siguiente, en la localidad de Alahurin de la Torre. La discusión siguió durante varios días. Ciertamente, (después de leer los pormenores de la observación) el estímulo, que provocó el avistamiento, no parece ser un globo sonda. Aquí se puede ver información del caso que nos ocupa y aquí sobre globos.

En este clásico de la ufología hispana tenemos, por un lado, a un fotógrafo y un periodista de Sur a la búsqueda y caza de un ovni y, por otro, a un grupo de observadores viendo un ovni desde un punto concreto de la ciudad de Málaga.

Hacia las 22:15, hora local, del día 27, se recibió en el periódico una llamada de una señorita diciendo que desde Ciudad Jardín, próximo al Instituto Sierra Bermeja, un grupo de personas estaba viendo un ovni. Diez minutos más tarde, Julián Sesmero y un fotógrafo (en la prensa se dice que era Salas) se encontraban cerca del Canódromo y no vieron nada. Prosiguieron la búsqueda y en cierto momento distinguieron una forma luminosa lejana que desapareció poco a poco. Volvieron a la zona más oscura de Ciudad Jardín para observar mejor:

“Aparcamos el coche y dentro de él, comenzamos a observar las colinas próximas a la Virreina. Buscamos una luz, una referencia. No había manera.”

“...A las doce de la noche, luego de una larga espera por toda la zona, regresamos al periódico. Salas disparó varias veces la cámara con teleobjetivo...”
Después de leer la crónica sobre la búsqueda de los dos periodistas, queda la impresión de que no consiguieron su propósito: Localizar y fotografiar el ovni. Además, los dos periodistas no se encontraron con los testigos y no hay seguridad de que lo que fotografiaron era lo mismo que estaban viendo los observadores desde Ciudad Jardín.


Hay que señalar que Salas no obtuvo las fotografías del ovni. Salvador Salas, en conversación telefónica, me aclaró que él no acompañó esa noche al periodista de Sur. El fotógrafo que estuvo con Sesmero y saco las fotos fue Fernando González Pérez. Lo que ocurre es que Salas y González eran socios (“Foto Salas”) y Salas tenía la firma de las fotografías.

El autor de las fotos, Fernando González, me dice y me insiste que lo captado con su cámara no eran ovnis a pesar de lo que se publicó en la prensa y dijeron algunos ufólogos. Las imágenes no tenían la importancia que se les dio. No sabe que era lo fotografiado pero dice que los dos puntos luminosos pequeños podrían ser cualquier cosa, hasta manchas en la película al revelar. Las fotografías la sacó desde un lugar llamado Las Pedrizas y la luz podría estar hacia Antequera, Almogía o el valle del Guadalhorce.

Según Julián Sesmero, fotografiaron una luz que se veía entre las nubes. No le dieron mayor importancia y a punto estuvieron de no sacar fotos para no desperdiciar material.

Por otro parte, un grupo de personas estaba observando un ovni desde las 21:55 horas y desde el número 2 de la calle Muñoz Seca. Uno de los testigos era el locutor de Radio Peninsular de Málaga, Antonio Barceló que, el día 8 de abril, rellenó un cuestionario para el CEI. En el citado documento escribe, entre otras cosas, que el cielo estaba nublado y no se veían la Luna ni las estrellas. Comenzó su observación a las 23:00 horas (al avisarle un vecino) y duró unos tres cuartos de hora. Distancia estimada entre el observador y el objeto: Unos mil metros, o algo más.

Describe el ovni de esta manera: Forma luminosa en extremo. Transparente y de aspecto gaseoso. Color blanco muy brillante, con resplandor a derecha e izquierda preferentemente. Luz propia, desde luego, pero indeterminada por su aspecto raro, diríamos gaseoso. Dicha luz era fija.
Sobre el desplazamiento del ovni, escribe: Movimiento muy lento, en dirección Oeste y siempre igual. Al ponerse tras la montaña hubo buenos puntos de comparación con árboles, casas, etc. Y se pudo comprobar que tendría más de 100 metros. No emitía sonido.
(El resaltado es mío.)

Sur, del día 31 de marzo, publicó una entrevista a Antonio Barceló:

-¿Cómo vio usted el ovni, señor Barceló?
-Estaba descansando en casa. Serían las once de la noche cuando me llamó un vecino instándome a contemplar el fenómeno que decía ver en el cielo. El
fenómeno empezaba a declinar, pero pude verlo, casi frente a mí, en la lejanía.
-¿Era exactamente igual a lo que Sur publicó en su información gráfica?

(ilegible) película sensible captó la luz viva de lo que pudiéramos llamar “cuerpo central”, pero no así, los laterales, que conformaban la visión en forma de puro de lo que yo veía en el cielo. Por eso, algunos, al ver las fotos del periódico, creyeron que su forma era más o menos redonda, como un globo. Pero los que lo vimos nunca pensamos que fuera un globo en el sentido nato de la palabra.
-¿Sólo por su forma?
-Sobre todo, por el tamaño. Cuando se producía el ocaso de la visión luminosa en el monte, tras la finca que se conoce con el nombre de la Virreina, y un poco a la derecha de la misma...

(El resaltado es mío. Información facilitada por Luis R. González)

Junto al señor Barceló estaban, entre otros, don Jesús Carrasco y su hija Dolores, que llamó por teléfono al periódico avisando de la observación.

La descripción de Antonio Barceló recuerda el ocaso de un astro con un tamaño aparente amplio. El candidato, por el tamaño, sería la Luna pero, según manifestó, ésta no era visible durante la observación. Sin embargo, si miramos las efemérides astronómicas para esa noche, comprobaremos que la Luna sí estaba en el cielo. A las 23:00 horas (GMT+1) tenía un azimut de 111º (ubicada hacia el ONO), una altura, sobre el horizonte, de unos 7º y cuatro días de edad.


Si trazamos el mencionado azimut en un mapa de la zona, desde el punto de observación, veremos que la posición de nuestro satélite natural coincide con la del ovni. Además, el final del avistamiento se produjo al mismo tiempo que el ocaso de la Luna (23:42 horas).


A continuación, una fotografía del horizonte ONO, visible desde el lugar que se efectuó la observación. En el borde izquierdo de la imagen aparece la casa, en ruinas, de La Virreina. Un poco a la derecha de la citada finca se produjo el ocaso del ovni tras los montes. Los bloques de edificios que hay a partir de la valla no existían en 1974. Instantánea tomada por LuisR González, en el año 2005, desde la calle Muñoz Seca, nº 2.


A mi juicio, esta observación puede clasificarse como una confusión lunar. Como ya hemos visto, el azimut de nuestro satélite coincide con la visual del ovni y las descripciones que hacen los observadores, del fenómeno luminoso, recuerdan claramente el ocaso del citado astro.
La publicación en la prensa, unos días antes, de observaciones de objetos volantes no identificados efectuadas desde la misma zona de la ciudad, las nubes que cubrían el cielo esa noche, distorsionando la visión del astro, y la Luna cerca del horizonte se aliaron para provocar la observación malagueña. Además, hay que tener en cuenta que, en esas fechas, estaba en pleno desarrollo la oleada de 1974 donde los medios de comunicación informaban ampliamente de los diversos sucesos ovni que se producían.

Sobre las fotografías, no hay seguridad de que lo captado por los periodistas sea lo mismo que vieron los observadores desde la calle Muñoz Seca. Lo retratado se puede corresponder con cualquier luz convencional, sin descartar la Luna, careciendo de relevancia alguna en términos de imagen anómala. De todas formas, tenemos las manifestaciones del propio fotógrafo que, como ya he mencionado, señala que lo que fotografió no era un ovni y el tema no tenía la importancia y trascendencia que se le dio.

Esta entrada está basada en un artículo mío publicado en FOTOCAT en septiembre de 2005. Desde aquí quiero dar las gracias a V-J Ballester Olmos, Manuel Borraz y LuisR González por los datos y comentarios que me han proporcionado sobre este caso que, sin duda, han servido para explicarlo, al menos la parte visual.