El caso (otro clásico de la época y ejemplo característico de confusión con un astro) que vamos a ver a continuación sucedió el domingo día 26 del citado mes y se trata de la típica y conocida “persecución” o “escolta” por parte de un “misterioso” objeto celeste.
La Gaceta del Norte, de los días 28 y 30 de octubre del mencionado año, dio una pronta información del caso. Una familia (matrimonio y dos hijos de 8 y 16 años) de Baracaldo, que regresaba de pasar el fin de semana en el pueblo burgalés de Pedrosa de Tobalina, fue la protagonista de la observación. Ésta comenzó, aproximadamente, a las 18:15 horas locales hacia el kilómetro 38 de la carretera Trespaderne-Bilbao, a la altura de Peña Angulo (Burgos). El ovni fue observado en tres ocasiones por el cabeza de familia y en cinco por su hijo de ocho años, en cada una de las veces la visión duró unos 30 segundos, y siempre hacia la derecha (hacia el Este). Se desplazaba lentamente y en completo silencio.
“Era como un gran plato, de color plateado y con una coloración naranja en la parte superior. Se desplazaba a poca velocidad.”
“¿Y a qué distancia podían estar ustedes del ovni?
No sabría calcularlo con exactitud. Quizá entre 500 ó 1000 metros. Su tamaño real debía ser muy grande. Se dirigía como hacia Orduña, Peña Angulo, etc.”
Azimuts de Júpiter al comienzo y al final del avistamiento
“¿Se encontraba a mucha altura?
Quizá a unos 300 metros por encima del monte. Debía ser más grande que un avión Caravelle...”
“El testigo de la apreciación sigue diciendo que cuando llegaron a Arceniega (Álava) comentó el hecho con el dueño de un bar. Vino la esposa del tabernero y dijo que el día anterior otras personas también habían visto un objeto como el que yo había descrito, aproximadamente hacia la misma altura.” (La Gaceta del Norte, 28 y 30 de octubre de 1975)
Precisamente, durante los atardeceres de ese mes de octubre asomaba por el Este el planeta Júpiter con un brillo superior al habitual (magnitud –2.9). A las 18:15 horas (GMT+1) del día 26 de octubre de 1975, el citado astro tenía un azimut de 267º 58’ (visible por el Este) y unos 6º de altura sobre el horizonte. Con ese brillo y en un cielo que todavía tenía cierta claridad, el mencionado planeta no pasaría desapercibido, sobre todo, teniendo en cuenta el contexto en el que ocurrieron los hechos: La prensa local informando, casi a diario, de que por la zona volaban naves de origen extraterrestre.