Por un casual, he tropezado con un blog donde se publica un
audio que glosa sobre un conocido caso OVNI. La citada grabación corresponde a un programa de radio,
La Rosa de los vientos (Onda Cero), del año 2006 donde el ufólogo
Bruno Cardeñosa, en sus
Expedientes del misterio, disertó sobre el avistamiento OVNI de Sada (A Coruña), ocurrido el día 5 de diciembre de 1989.
Después de oír la susodicha grabación y ver algunos sitios donde se cita el caso, resulta palpable que se desconoce lo que realmente se vio en el cielo y se detectó en el radar esa tarde-noche y repitiendo una y otra vez la misma historia (la aparición de un OVNI que es detectado en el radar), parece más inexplicable.
Según el citado autor, la publicación de la noticia en la prensa (?):
“...dio pie a la elaboración de uno de los expedientes oficiales más complejos y sorprendentes que existen sobre este tema en los archivos oficiales del Ejercito del Aire”
El expediente del MOA puede verse
aquí y sobre el punto anterior dice:
“El expediente se abrió a raíz de la existencia de un informe emitido por el A.J.O. (Anti-Jamming operator) de servicio en la sala S.A.S. del EVA 10.”
El asombroso OVNI se reduce a una
brillante luz blanca, que iba descendiendo lentamente, y que comenzó a ser vista al atardecer del mencionado día por el
horizonte sur-oeste. Haciendo una sencilla consulta puede comprobarse que
el planeta Venus era visible, al atardecer del 5 de diciembre de 1989, precisamente por el sur-oeste, a poca altura y dirigiéndose hacia su ocaso, que se produjo hacia las 21:05 horas locales. Vamos, que el OVNI era claramente Venus por mucho que se insista en lo contrario. Otro
ufólogo gallego también cayó en la misma ilusión al estar convencido de que el citado planeta no era visible durante la observación del supuesto OVNI. Finalizando dicho avistamiento, comenzaron a detectarse una serie de ecos de radar anómalos.
Cardeñosa continua con su exposición y dice:
“...es decir, el expediente oficial reconoce que el ovni permaneció sobre los cielos españoles por espacio de más de quince horas...”
Dato incorrecto, durante ese tiempo lo que se mantuvo fue
un eco no identificado en la pantalla del
radar, no el OVNI. El ufólogo ha mezclado la observación visual del supuesto OVNI y los ecos anómalos. El OVNI (Venus) fue contemplado desde el atardecer hasta aproximadamente las 20:00 horas, cuando los obstáculos del horizonte empezaron a molestar su observación. A continuación, comenzaron a detectarse ecos anómalos, desde las 20:00 horas hasta las 9:30 horas del día siguiente, sin observación visual de ningún objeto. Ecos que fueron relacionados automáticamente con el presunto OVNI.
Y concluye su expediente del misterio de la siguiente manera:
“Un no identificado interfirió en las comunicaciones entre varios aviones, vuelo y tierra, durante las quince horas que permaneció en los cielos españoles.”
El final de la observación de Venus coincidió con el comienzo de detenciones de ecos de radar anómalos, interferencias y embrollo radio entre Santiago, Madrid ACC y Nécora que no fueron provocados por un OVNI, ya que, visualmente no se observó objeto alguno.
“El blitz se mantuvo en la RHI (radar de altura) hasta las 09,30 horas del día 6 de los corrientes, sin que se observara ningún tipo de variaciones”. (expediente MOA)
Agradezco desde aquí a Manuel Borraz el envío del informe, que realizó en su día sobre esta observación. A continuación transcribo la parte final de dicho documento:
“Las claves del caso:
Como se ha documentado anteriormente, los avistamientos desde el municipio de Sada pueden explicarse perfectamente como observaciones de Venus. No hay constancia de que fuera detectado por radar ningún eco extraño mientras tuvieron lugar dichos avistamientos, antes al contrario (a las 20h00' no había sido registrado por Defensa ningún blanco no identificado). El primer "posible contacto" fue detectado tras ponerse en conocimiento del EVA-10 las coordenadas del presunto OVNI avistado desde Sada, para orientar el rastreo. Tenemos aquí la que probablemente sea la clave principal del caso: la búsqueda de un blanco que debía encontrarse necesariamente en la zona ya que había sido observado desde tierra.
Otra de las claves podría ser la existencia, por causas meteorológicas (aspecto a profundizar), de unas condiciones particulares de propagación radioeléctrica, que podrían haber favorecido la aparición de falsos blancos en el radar del EVA-10. Como indicio de ello, el "fallo de frecuencias" en el sector noroeste consignado por el controlador de Labacolla, es decir la existencia de problemas en las comunicaciones aeroterrestres en la región noroccidental. Hay constancia del problema desde las 20h47', lo cual no implica que no estuviera presente anteriormente. Es posible que se agudizara hacia esa hora, motivando la activación del código de emergencia de uno de los aviones y de una baliza de SOS, cuyo origen está todavía por aclarar. Ese hipotético empeoramiento de las condiciones de propagación hacia las 20h47' podría haber sido también la causa de la intensificación del eco anómalo detectado desde el EVA-10, mencionada en las anotaciones del controlador.
Otras posibles claves del incidente podrían escapársenos por completo. La información sobre el caso contiene lagunas importantes. Así por ejemplo, ignoramos si consiguió esclarecerse la procedencia de la baliza de SOS, cuya posición llegó a ser determinada con bastante precisión por satélite. Tampoco tenemos información de cómo fue valorado el incidente en medios militares. Quién sabe qué papel pudo haber jugado la eventual inexperiencia del operador (u operadores) de servicio en el radar del EVA-10 aquella noche o la hipotética existencia de problemas técnicos en los equipos.
En resumen, desde el punto de vista de las detecciones por radar, el caso sigue abierto. De entrada, hay que considerar muy seriamente la posibilidad de ecos de tipo meteorológico o falsos blancos debidos a condiciones de propagación anómalas. A juzgar por los datos conocidos, es improbable que se tratara de un problema de interferencias (salvo quizá en el caso de contramedidas -“guerra electrónica”-) y aún lo es más la hipótesis de alguna inusual avería de la estación como origen de los presuntos ecos.
En todo caso, no hay que perder de vista el condicionamiento previo de los operadores del radar militar tras conocer el avistamiento desde Sada, que pudo hacer que consignaran blancos que en otras circunstancias habrían pasado razonablemente por alto.”
Dos fenómenos independientes (confusión con Venus y ecos anómalos), que han tenido una coincidencia mínima en el tiempo, siguen deslumbrado de tal forma a algunos, que creen estar ante uno de los expedientes OVNI desclasificados más extraordinario.
Por otra parte, este caso refleja la forma de investigar los avistamientos OVNI de algunos autores. Da la sensación de que las pesquisas que realizan están orientadas a mantener inexplicados los casos para continuar llamándolos,
in eternun, OVNIs.