Iker Jiménez también lo incluye, en su libro Encuentros..., como un avistamiento ovni:
“...En unos minutos, la cruz desapareció como si se disolviera en la noche. El incidente fue comentado años después en diversos tratados históricos, debido al gran número de testigos que vieron las evoluciones del ovni y la curiosidad que suscitó.” (Pág. 337) el resaltado es mío.
En estas narraciones, se omite un dato fundamental y relevante para entender este acontecimiento: ¡Que la Luna estaba detrás de la cruz y dentro del círculo luminoso!
La crónica de la época (legajo nº 12 de alguna colección de manuscritos no especificados) del Conde de Clonard, se publicó en la revista Contactos Extraterrestres (versión española), nº 5, p. 193, y dice lo siguiente:
“Este fenómeno que representaba una cruz con su peana perfectamente recortada sin ninguna rebaba, de color blanco abrillantado, se descubría sobre un cielo completamente limpio y estrellado y la luna estaba colocada detrás, en el centro del crucero de los palos y circuía a cierta distancia este fenómeno una órbita luminosa con los colores del arco iris.
Este fenómeno fue contemplado no sólo por toda la población de Villaviciosa de Odón sino además por las personas siguientes: (Sigue una docena de nombres)” El resaltado es mío.
En los diversos relatos del caso, vistos al principio, se dice que la manifestación luminosa duró unos minutos e incluso, en algunos, se habla de evoluciones del ovni. Datos inexistentes en el documento original, por cierto. Como verán a continuación, el fenómeno se mantuvo en el horizonte de la localidad madrileña ¡durante una hora!
En el referido legajo nº 12, con la crónica del avistamiento viene una ilustración y con ésta un texto que dice:
“Fenómeno visible aparecido en el orizonte [sic] de Villaviciosa de Odon el 16 de mayo de 1851 desde las nueve á las diez de la noche en el segundo día del plenilunio hallandose la atmósfera completamente despejada.” El resaltado es mío.
La observación de Villaviciosa de Odón, también es mencionada en un volumen del C.E.I.: Fenómenos celestes en el pasado. Siglos VIII al XIX. Barcelona, abril 1995. Y en el artículo de Manuel Borraz: Insólitos Fenómenos Celestes del pasado. CdU nº 1, pp. 4-10.
Por curiosidad, he mirado el cielo de esa noche (16 de mayo de 1851) con varios programas astronómicos y a las 21:00 horas locales, la Luna era visible a poca altura sobre el horizonte ESE. El orto de nuestro satélite se produjo hacia las 20:27 horas y la fase llena (plenilunio), ocurrió el día 15 a las 7:50 horas.
En el legajo del Conde de Clonard, no se narra la aparición de un ovni. Más bien, se describe la visión de un halo lunar de 22º de radio. La ilustración, incluida en el susodicho documento, no sería una reproducción exacta del fenómeno y estaría, probablemente, influida por las creencias religiosas de la época.
A continuación pueden ver un dibujo, más realista, de un halo lunar observado, en un viaje en globo de Paris a Arcachón, en marzo de 1875.
La ilustración no debería tomarse como una copia fiel del fenómeno. Si se trató de un halo lunar:
- la posición de la Luna, descentrada;
- los trazos luminosos no estarían tan nítidamente definidos.
Para finalizar, en este sitio pueden encontrar más información, y muy pormenorizada, sobre este fenómeno atmosférico.
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