En el mes de agosto de 1976, la prensa local publicó un llamativo suceso ocurrido en una barriada de la capital vizcaína. Un niño observó dos seres extraños, de corta estatura y aspecto grotesco, en las cercanías de su domicilio.
La Gaceta del Norte del miércoles día 4, en un alarde de “rigurosidad”, iniciaba de esta forma la increíble noticia:
“DOS EXTRATERRESTRES SE LE APARECIERON A UN NIÑO EN BILBAO
Está claro que Vizcaya, al igual que otras zonas de la geografía española y mundial, está siendo escenario de continuas apariciones de naves extraterrestres y lugar que los seres que nos visitan desde otros planetas han escogido para hacerse ver con mayor asiduidad. Numerosos avistamientos son testimonio de esto que acabamos de decir.”
Este tipo de comentario, relacionado con el tema ovni, era habitual en la prensa de aquella época. Resulta innegable la influencia que toda esta información sensacionalista ejercía sobre la población, sobre todo la infantil y adolescente (más impresionable). Y no era extraño que surgiesen testimonios como el que vamos a ver.
La supuesta aparición se produjo sobre las 23:00 horas del día 1 de agosto, domingo, en el barrio bilbaíno de Buia y tuvo como protagonista a un niño de 10 años de edad. A continuación incluyo un resumen del caso publicado por El Diario Vasco el 5 de agosto.
Nueve años después, Luis Alfonso Gámez Domínguez, Luis Miguel Ortega Gil y Fco. Javier Pereda Suberbiola, realizaron una encuesta del suceso:
“El sábado 20 de abril de 1985 nos desplazamos hacia Buya, barrio extra-radial de la capital vizcaína, para entrevistar al testigo de la observación, y llevar a efecto la encuesta. Sin embargo, la negativa de su madre fue rotunda: Lorenzo, ni recordaba el suceso, ni quería comentarlo. Ante tal situación, nos vimos obligados a interrogar a los vecinos del testigo, obteniendo una información útil que, unida a nuestras propias apreciaciones, nos permitió elaborar una explicación plausible que recogimos en un informe de trabajo (3), que es el fundamento del presente escrito.”
(Buya: ¡Que viene el “Coco”!, Cuadernos de ufología, año V, nº 17, enero 1987. pp 10-18)
Los autores del artículo llegaron a esta conclusión:
“...Adoptamos como explicación más plausible aquella que hace referencia a una confusión o incorrecta interpretación del testigo de un estímulo inteligible en otras condiciones. Y, por lo tanto, proponemos incluir este supuesto Tipo I (Humanoides) como PROBABLE CONFUSIÓN...”
(Pág. 15)
(3) “Informe sobre la supuesta aparición de dos humanoides en el barrio bilbaíno de Buya durante el mes de agosto del año 1976”.
Luis A. Gámez, Luis M. Ortega y Javier Pereda. Informe inédito, 2 de mayo de 1985 (6 págs.)
4 comentarios:
digo yo para ustdes todo esto es mentira encubren todo lo q la gente ve i ponen diferentes escusas i diferentes probabilidades i ovnis no son estraterrestres como nosotros decimos son formas de vida q avitan en diferentes lugares de las 100 00000 galaxias q hay en el universo...
kpas q lo encubren para no asustar a la gente i q se arme un gran alboroto pro lo q yo si se q existen i como el niño lorenzo q dice a ver visto esos dos ovnis i ustdes los intepretan como algo q no pudo ser clarooo... i les hubiese pasado a ustdes nadie les creeria no a la personas las creen como locas i los locos son ustdes q no llevan la verdad a las personas
"hubiera", "pudo ser", "probablemente". ¿Por que cubrir lo incubrible?
No es broma de prensa. Parece que el chico estaba convencido de la realidad de lo que veía, pero, en cambio, personas adultas allí personadas no veian nada raro. El caso se autoexplica por si mismo.
Pienso como Javi Monleón. El niño no se confundió con nada. Tuvo una alucinación.
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