Regreso, de nuevo, a la década dorada de la ufología ibérica con un caso de encuentro cercano ocurrido, en el año 1979, en la provincia de Álava. El avistamiento se produjo entre las localidades de Contrasta y Alda, en la madrugada del 30 de septiembre. Precisamente, el citado día se retrasaban los relojes una hora para pasar al horario de invierno.
La observación se publicó en la revista
Mundo Desconocido, nº 60, junio de 1981, pp 50-51, en un artículo de José Luis Guillerna. También se divulgó en:
Enciclopedia de los Encuentros Cercanos con ovnis, de
Vicente-Juan Ballester Olmos. Asimismo,
Manuel Borraz en:
OVNIS: Historias increíbles con explicaciones creíbles, Stendek 2000, nº1, analiza y explica el avistamiento. A continuación, pueden leer el relato del caso publicado en la mencionada revista MD.


El estímulo que provocó la observación, como mostraré a continuación, fue la Luna, que se encontraba en esos momentos muy cerca de su ocaso. Nuestro satélite natural se ocultó ese día hacia las 1:34 horas locales (GMT+2) por el SO (azimut 65º, origen el Sur).
El cielo del 30 de septiembre de 1979, a las 1:18 horas locales, mirando hacia el Sur-oeste.
Al comienzo de la observación, los testigos interpretaron correctamente la luz que vieron en el firmamento: “A muy poca distancia de Contrasta vimos aquella luz en el cielo. Era pequeña, a simple vista, y pensamos se trataba de la Luna.” Sin embargo, al rebasar Ulivarri-Arana se dieron cuenta de: “que descendía, a la vez que su tamaño iba en aumento.” (la negrita es mía). El descenso de la luz se correspondía perfectamente con la trayectoria de nuestro satélite natural, puesto que, en esos momentos se dirigía hacia su ocaso. El aumento de tamaño pudo ser provocado por probables nubes bajas que fueron descubriendo, progresivamente, al citado astro.
Al entrar en Alda la perdieron de vista pero pudieron ver la luminosidad mucho más intensa. Al salir del citado pueblo se dieron de bruces con el supuesto OVNI: “Era éste una especie de cono luminoso, tan grande como una casa de seis pisos, de color naranja fuerte. Estaba a unos doscientos metros de nosotros...El artefacto, o lo que fuera, permanecía estático al ras de los árboles, a la derecha de la carretera. No pudimos percibir ningún sonido.” (La negrita es mía)

Dibujo realizado por los observadores y tomado del cuestionario del C.E.I. barcelonés, incluido en la obra citada anteriormente de la colección Stendek 2000, nº 1.
Los testigos, asustados, dieron media vuelta y volvieron a Contrasta. Al llegar, hicieron salir a la calle a toda la familia y: “...seguimos viendo la luz que poco a poco, iba alejándose y ascendiendo. Después lo perdimos de vista.”

Trayecto que hicieron los testigos y azimut de la Luna.
Si se pasa por Alda (dirección a Maestu) se podrá comprobar que al salir del pueblo aparece, de pronto y frontalmente, una amplia visión del SO. La noche del “encuentro”, precisamente en esa dirección y muy cerca del horizonte, se encontraba la Luna (azimut 62º y altura unos 2º) ocupando la posición del supuesto OVNI (ver foto publicada en MD). La descripción del mismo es la clásica de una confusión lunar. La forma cónica que presentaba el fenómeno luminoso pudo ser provocada por nubes, situadas en el horizonte, tapando parcialmente al astro. El color naranja del astro es el característico cuando se encuentra cerca del horizonte. Lo mismo ocurre con su gran tamaño aparente (ilusión lunar). Por otra parte, la carretera de Contrasta a Alda tiene una orientación de NE-SO. O sea, que la Luna la tenían, durante todo el trayecto, a veces de frente y otras un poco a la derecha (ver mapa de la zona).
La Luna semioculta por las nubes.
Resulta muy ilustrativo el dato de los doscientos metros de distancia al OVNI. Está claro que es una apreciación errónea (muy frecuentes en las observaciones ufológicas) ya que, los testigos estaban viendo la Luna pero creían ver un objeto desconocido cercano.
Fase que presentaba la Luna el día 30 de septiembre de 1979.
El avistamiento concluyó al ocultarse el citado astro. Los observadores percibieron el final, curiosamente, como que el fenómeno luminoso se alejaba, poco a poco, y ascendiendo (¿efecto provocado por nubes?).
La Luna estaba allí, delante de sus ojos, durante toda la observación pero los testigos no la vieron. Al comienzo, pensaron que podría tratarse de nuestro satélite pero cayeron en una ilusión y observaron un OVNI.
Este es un caso sencillo, y didáctico, de confusión lunar donde no hay complicaciones especiales para encontrar su solución. Por otra parte, resulta fascinante como, en ciertas ocasiones, la Luna se convierte en un extraño objeto volador, que se encuentra a doscientos metros de distancia y cerca del suelo. Esto enseña, una vez más, que la percepción y el testimonio humano no son tan exactos e infalibles como algunos pretenden.