Como ya se ha mostrado por estos lares, cualquier cosa es susceptible de ser tomada por un OVNI. Lo fundamental es no saber qué se está viendo o, como en este caso, oyendo. Habría que añadir, también, otro factor importante: los medios de comunicación, que en momentos determinados dan pábulo y cierta credibilidad a este tipo de historias y luego ocurre lo que ocurrió en Fuenterrabía (Guipúzcoa), en la noche del 11 de diciembre de 1979.
Hacia las 23:00 horas del citado día, algunos vecinos escucharon un sonido en el cielo que se apreciaba claramente que lo producía un objeto que se acercaba y se alejaba velozmente. El ruido era similar al que emiten las naves en las películas de ciencia-ficción. Pero como estaba nublado y la noche era lluviosa, no pudieron ver el objeto emisor del extraño sonido. Todo esto iba acompañado por el continuo ladrar de los perros del contorno que, indudablemente, daban muestras de estar asustados.
A continuación pueden leer la noticia publicada en la prensa local. A señalar uno de los titulares de la crónica. Parece escrito para realzar y dar más extrañeza al caso: Los perros de la zona ladraban asustados. ¿A que les suena?
Al día siguiente, el mismo periódico desvelaba el "misterio" del sonido interestelar. Se trataba de algo muy común y mundano: ¡La alarma de un chalet!
Este es otro ejemplo de cómo nuestros sentidos, en ocasiones, nos juegan malas pasadas. Si esa noche, en un claro en las nubes, hubiera sido visible un planeta brillante, probablemente el "misterioso" sonido habría sido asociado al astro y un OVNI habría hecho su sorprendente aparición.
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