Como casi todos los ufólogos saben, el encuentro con un OVNI puede resultar peligroso y, en ocasiones, hasta fatal gracias a una posible contaminación radiactiva o bacteriológica. En España, en el año 1965, según nos revela la revista Año Cero ya se dio un caso de “encuentro” mortífero con un OVNI. La mencionada revista publica, en el número 237, un artículo titulado: “OVNI: Encuentro mortal” donde se relata la persecución, por parte de un OVNI, que sufrió A.O., de 37 años de edad, en una madrugada de agosto de 1965, y las trágicas consecuencias que tuvo, al parecer, dicho encuentro. A continuación, puede verse el mencionado artículo.
La historia, transmitida a los cronistas de la citada publicación por la hija del testigo, comenzó una mañana hacia las 2 cuando el observador salía de su casa, en Chinchilla de Monte Aragón (Albacete), para dirigirse a su trabajo en la fábrica de ladrillos de Pozo de la Peña. Enfilando, con su motocicleta, el camino rural de Santa Elena divisó una luz que se dirigía hacia él y comenzó a perseguirlo. La luz aumentaba su velocidad al mismo tiempo que lo hacía el testigo. Al final, consiguió llegar a la fábrica antes que el OVNI.
El reportaje de Año Cero prosigue: “Sin embargo, horas después aquel hombre con fama de serio enfermó. Primero sufrió una pequeña pérdida de visión y luego una parálisis progresiva ascendente, que comenzó en los pies y avanzó hasta llegarle al corazón. Nueve días después de su encuentro con la luminaria, falleció por causas desconocidas…”
El médico que atendió al testigo dijo: “…que había sido una parálisis progresiva con infección cerebral, afectación al estómago y polio.”
Pero lo que no cuenta el artículo de Año Cero es lo siguiente: “El hombre no dio más importancia a la luz y nunca se relacionó la muerte de esta persona con la experiencia que había tenido hasta que años más tarde su propia hija encontró unos antiguos recortes de periódico en los que se hablaba de unas extrañas muertes de niños ocurridas un año más tarde en la zona, en las que uno de los síntomas era, precisamente, la parálisis.” (La negrita es mía)
Además, el encuentro con el OVNI se produjo en mayo y la muerte del testigo el 5 de junio. No en agosto, como se indica en la revista. Esta información está publicada en este sitio. La fuente de esta Web, que no es precisamente escéptica, son curiosamente los mismos autores del artículo de Año Cero en una emisión del programa radiofónico Milenio 3, donde el presentador se explaya, con su característica rigurosidad, al hablar sobre este caso.
A continuación, puede verse una de las notas de prensa, publicada por ABC el 6 de octubre de 1966.
¿Y el supuesto OVNI que persiguió al testigo? En la Web enlazada anteriormente se fecha el avistamiento: el día 28 de mayo de 1965. Pero si el testigo murió el día 5 de junio (nueve días después del avistamiento), la persecución del pretendido OVNI ocurrió el día 27 de mayo, ¿no? A las 2:00 horas locales de este día estaba en el cielo el planeta Marte. Ubicado hacia el Oeste (azimut 95º), a poca altura sobre el horizonte (4º), brillante y de color rojizo. Aunque el citado astro no es tan deslumbrante como Venus o Júpiter, cuando se encuentra cerca del horizonte suele ser llamativo. Su ocaso se produjo hacia las 2:24 horas.
Los datos de la observación son muy escuetos (¿será por la poca importancia que tuvo la “visión” en su momento?) pero todo apunta a una confusión con dicho planeta. Como puede verse en el mapa, el testigo al entrar en el camino rural tenía al citado planeta de frente y a la derecha, por lo que tuvo que verlo. La “luz”, que según los encuestadores podría ser rojiza, le llamó la atención y se produjo una ilusión de acercamiento y persecución: El OVNI “aumentaba su velocidad conforme el testigo lo hacía” (paralaje del movimiento). En definitiva, probablemente la misteriosa luz que “persiguió” a A.O. fue el planeta Marte.
Este es otro ejemplo de cómo las ideas preconcebidas pueden relacionar dos sucesos independientes (sin tener nada que ver el uno con el otro), temporalmente próximos. Además, si se añade la omisión y el error de datos relevantes se puede conformar un caso sorprendente e inexplicable.
5 comentarios:
El caso fue real. Su hija insistió en ello. El testigo murió por culpa del OVNI, que por cierto no era el planeta Marte. Hasta otra.
Que yo sepa el planeta Marte no mata a las personas.
El planeta Marte no pero una meningoencefalitis, sí.
Es alucinante. Se dice que el suceso ocurre en agosto. Que el autor averigua que se produjo en Mayo y que murio en Julio.
No es un caso ovni. Usted lo convierte en un milagro.
Tan malo es creer a pie juntillas como querer aclarar todo.
Un hecho increible, contado por una persona creible. Equivocada o no. No se puede investigar a partir de un recorte de prensa y despues de decenas de años.
Si puede haber lunas que persiguen conductores. Pero no que cambien de tamaño en trayecto rectilineo.
Al margen de la anecdota. Animo. Pero no ponga explicaciones de su cosecha, Un saludo. Saturnino Mendoza.
Sr. Mendoza, lo que realmente es un "milagro" es el que se quiera relacionar una simple luz, que en su momento no se dio importancia ni se relacionó con el mal que tenía el testigo, con una enfermedad que tuvo un trágico final.
Creo que los casos OVNI están para explicarlos o intentar encontrar una explicación. Coleccionar un montón de anecdotas (con sus errores, en ocasiones encuestas defectuosas, etc.) sólo conduce a un callejón sin salida.
Saludos.
Publicar un comentario