martes, 11 de marzo de 2014

El OVNI que persiguió a el Pastelero

Otro de los casos más inexplicables que relata el ufólogo Bruno Cardeñosa en su último libro, Autopista del Misterio (noviembre 2013), es el que publica en el capítulo titulado: El OVNI me esperaba, pp 232-235. El incidente ocurrió en la década dorada de la ufología patria, concretamente el día 2 de febrero de 1977. 

El testigo, pastelero de profesión, tuvo la experiencia hacia las 21:45 ó 22:00 horas locales del mencionado día, cuando transitaba en coche desde Uncastillo a Ejea de los Caballeros (Zaragoza):

Como todos los días, su objetivo, tras la jornada laboral, era tomar el coche y salvar los quince kilómetros (Sic) que separan Uncastillo de Ejea, (Pág. 233)

Para ser exactos, la separación de las dos poblaciones mencionadas anteriormente es de 36.6 kilómetros y en coche el trayecto dura unos 35 minutos. Cuando el testigo inició su rutinario viaje, apareció el OVNI:

Recordaba que, nada más salir, en cuanto dejó atrás Uncastillo. apareció aquello. Y aquello era como un cono de luz, como la luz de una lámpara de butano, con dos tubos de luz roja que salían de la parte inferior de aquello. Parecía esperarlo en la misma salida del pueblo. Al principio era una luz, pero la luz se acercó y se puso a la derecha del coche. No hacía nada de ruido. (Pág. 233)

Según la información ofrecida por el citado ufólogo, el supuesto OVNI se acercó a pocos metros del testigo y estaba situado cerca del suelo, por lo tanto se trató de un típico "encuentro cercano". Además, el misterioso artefacto persiguió al observador durante buena parte del recorrido:

Tenía el tamaño de una furgoneta... Calculo que se quedó a unos quince o veinte metros del coche, hacia la derecha, y que en ningún momento estuvo a más de tres o cuatro metros de altura. Siempre a su lado, como escoltándolo. "Si yo aumentaba la velocidad, aquello hacía lo mismo. Si aminoraba, también." (Pág. 234)

Llegando a la localidad de Layana, el OVNI desapareció. Al salir del citado pueblo, la luz no identificada le estaba esperando de nuevo y la persecución prosiguió hasta llegar a Sádaba donde, nuevamente, se esfumó. Al salir de esta población, el OVNI ya no estaba, se había evaporado.

A pesar de que la información ofrecida sobre este caso no es profusa, no ha sido complicado descubrir la explicación. Los datos apuntan claramente a una confusión con el planeta Venus. La citada noche, el brillante astro estaba en el cielo, hacia el Oeste, y cerca del horizonte. Concretamente, a las 21:45 horas tenía una altura de 6º y un azimut de 266º.


Aspecto que tenía el cielo mirando hacia el Oeste desde Uncastillo. El testigo, al salir de ésta localidad y tomar la carretera que lleva a Sádaba, se topó de frente con el planeta Venus. Su extraordinario brillo y poca altura le llamó la atención. Lo que ocurrió después es lo típico en los "encuentros cercanos" vistos y explicados en esta bitácora: El observador cree estar ante un fenómeno luminoso desconocido, se producen apreciaciones erróneas de tamaños y distancias, ilusiones de persecución, el OVNI se esfuma (tapado por las casas) al entrar, el testigo, en un pueblo, etc. La desaparición definitiva del "misterioso objeto" a la salida de Sádaba fue debida al ocaso del brillante planeta, que se produjo hacia las 22:20 horas locales.


En la foto satélite puede verse el acimut que tenía Venus a las horas indicadas. El astro estaba ubicado a la derecha del observador y, aparentemente, cerca del suelo coincidiendo con la ubicación del pretendido OVNI.

Como queda patente en esta y otras entradas anteriores, la reina de los OVNIs sigue, treinta y siete años después de ocurridos los hechos, jugando malas pasadas a algunos ufólogos.

En fin, otro suceso inexplicable para Bruno Cardeñosa que sí tiene explicación.



3 comentarios:

Saturnino José dijo...

No digo en 1977, que existían los almanaques astronómicos también, pero hoy en día que éstos ya son computerizados y fáciles de usar ¿costaría tanto que lo consultasen antes de publicar estos "casos"?

Más bien creo que ven imposible confundir Venus con un objeto a 15 metros del coche, pero la apreciación de distancias es muy engañosa. Y eso suponiendo la buena intención.

Anónimo dijo...

Vamos a ver, conozco el caso y al testigo. Es un hombre cabal, de los que no confunden un lucero con algo como lo que él manifiesta. Además la experiencia es mucho más profusa que lo que aquí se refleja... No era un niño ni ningún iluminado, a ver si somos un poquito serios.

Juan Carlos Victorio dijo...

Si tiene más información sobre el caso, le agradecería que me la comunicase para poder tener una visión más completa del incidente.

Gracias y saludos.