lunes, 8 de junio de 2020

Maravillas en el cielo (4): Estella, año 1085

El caso número 87 de Wonders in the Sky corresponde a la visión de un pretendido fenómeno aéreo no identificado, por parte de unos pastores, en la ciudad de Estella (Navarra), en julio de 1085. Aparición que supuestamente propició la fundación de dicha ciudad. Una gran estrella y la Santísima Virgen. La historia se publicó así en el citado libro:


Para empezar, en el resumen del relato ya vemos algunas cosas que no coinciden con la narración tradicional del milagro. Por ejemplo, señalan el mes de julio como ocurrencia de dicha maravilla cuando ningún autor lo hace. La fecha tradicional asignada a la aparición es la del 25 de mayo de 1085, coincidiendo con la conquista de Toledo por Alfonso VI de Castilla.

La fiesta de la Virgen del Puy se ha ido celebrando en diferentes fechas pero ninguna, que sepamos, en el mes de julio (Arraiza, 1990). En 1655 se cambió del 8 de septiembre al sábado anterior al primer domingo de agosto para hacerla coincidir con las fiestas de Estella y desde 1856, su fiesta se celebra el 25 de mayo.  (Osés y Ros, 2017; p.42)

Los autores de Wonders in the Sky  indican: "A great star"  (Una gran estrella), cuando la leyenda habla de unas lucidísimas Estrellas, en plural, no de una estrella. Tal y como muestra el siguiente fragmento de dicha historia (Soto, 1764; pp. 117 y 118):


La tradición tampoco dice que se apareció la Virgen sino que se encontró una imagen suya: ...se apareció en su tiempo la milagrosa Imagen de Nuestra Señora de el Puy,... (p. 117).

Además, el resumen omite detalles importantes que relacionan el relato con otras leyendas marianas semejantes: la repetición de la lluvia de estrellas, la cueva, la inmovilidad de la imagen para impedir su traslado, etc.

En lugar de consultar textos históricos y académicos, Vallée y Aubeck se basaron, una vez más, en una fuente ufológica: Javier Sierra y Jesús Callejo (1997), La España Extraña. A continuación, el contenido que estos últimos autores dedicaron al caso de  Estella. En el mismo se aprecian idénticas discrepancias, señaladas en rojo, con el relato tradicional y alguna que otra con los datos históricos.


Sobre la etimología de Estella, si bien no hay consenso sobre el origen del topónimo, ningún investigador serio actual lo relaciona con la leyenda del hallazgo milagroso de la imagen (Jimeno, 1998).

Sierra y Callejo indican que, según la tradición, la peregrinación que generó tan extraordinario suceso consiguió la milagrosa repoblación de la villa, pero también hacen constar que Estella nació para servir de punto estratégico en el trazado del Camino de Santiago, la tesis que sostienen actualmente la mayoría de los historiadores (Felone-Morrás, 2011).

Las primeras menciones documentadas de Lizarra(ra), el núcleo de población anterior a Estella, se extienden de 1024 a 1084. Las de Stella/Estella a partir de 1084 o incluso de 1031 según distintos autores, en fechas anteriores al supuesto año del milagro (1085) e incluso a la "fundación" de la ciudad por el rey Sancho Ramírez, que en 1090 se habría limitado a reconocer legalmente la situación creada por un movimiento migratorio que venía de tiempo atrás (González, 1990).

El primer documento que hace referencia a la iglesia y la Virgen del Puy es  del año 1171, sin embargo la tradición del hallazgo de la imagen no está documentada hasta mucho más tarde, en el siglo XVII.

Como explica José Goñi Gaztambide en su Historia Eclesiástica de Estella (vol. 2, p. 494):
Esta tradición, que no aparece hasta el año 1640, contiene todos los tópicos de las leyendas populares: los pastores, las estrellas, la inmovilidad de la imagen. Sancho Ramírez es bien explícito acerca de los motivos que tuvo para construir una nueva población en la villa de Lizarrara. "Los monjes de San Juan de la Peña querían hacer una población de francos en su término de Zarapuz, en el camino de Santiago; y yo quería cambiar dicho camino por Lizarrara y levantar allí un castillo y una población de francos. Pero, como el lugar mío de Lizarrara está en mejor seguridad que aquél que ellos querían poblar, les dije que me consintieran de buen grado hacer mi población y no murmurasen contra mí por este motivo" (1090).
El monarca navarro-aragonés sólo invoca razones de seguridad. El punto escogido por él se presta más fácilmente a la defensa. Rodeado de elevadas colinas por todas partes, ofrece magníficas condiciones para convertirlo en una plaza militar inexpugnable. Los nuevos pobladores no serán peregrinos que desean establecerse a la sombra de la Virgen del Puy, sino gentes de fuera, francos, que hay que atraer a base de ventajas temporales. Si el hallazgo de la imagen hubiese influido en la elección del emplazamiento de la nueva población ¿qué duda cabe que el rey lo habría consignado, sobre todo teniendo en cuenta que los competidores eran unos monjes devotísimos de la Virgen?
El origen de la devoción a nuestra Señora del Puy tiene una explicación obvia. Su culto fue importado sin duda desde el santuario de Le Puy, centro de peregrinación nacional del vecino país, por los francos que en el siglo XI acudieron a repoblar la fértil llanura del Ega , como importaron la devoción a la Virgen de Rocamador, San Martín, San Nicolás, etc.
En el libro de J.M. Lacarra y otros, Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, vol. III, pp. 14-15, puede verse el documento que escribió el rey Sancho Ramírez otorgando privilegios al monasterio de S. Juan de la Peña con ocasión de la fundación de Estella.

Originalmente, la devoción a la Virgen del Puy no tuvo un protagonismo central en Estella. Hay que esperar al siglo XVII para que acabe convirtiéndose en la patrona de la ciudad. La imagen que se conserva actualmente es una talla gótica que dataría del siglo XIV. Se supone que la imagen conservada sustituyó a una más antigua, presumiblemente una talla románica que en ningún caso sería anterior a la invasión musulmana. (Osés y Ros, 2017; p. 43)

Como también señalan Osés y Ros:
Puede ser que en aquellos años del siglo XIV, lejanos a la fundación de la ciudad y estando Estella desconectada del origen de la devoción del Puy en Francia, se ideara la leyenda de la aparición. Así la Virgen se vinculaba exclusivamente con Estella y se establecía la creencia, muy habitual de otras vírgenes, de que había estado escondida a la espera de un milagro y su aparición a los pastores  
Por todo lo expuesto hasta aquí, también podemos considerar como poco creíble la leyenda que afirma que fue el propio Gotescalco (el obispo de Puy-en-Velay que peregrinó a Santiago de Compostela en 950) quien trajo la imagen que luego fue supuestamente ocultada.

Aunque la imagen actual es de tez blanca, se ha especulado con la relación de la Virgen del Puy estellesa con las llamadas "vírgenes negras", de las que la Virgen de Puy-en-Velay francesa formaría parte. Baste decir que ésta última fue pintada de negro muy posteriormente a la aparición de su culto en Estella (Vilatte, 1996).

Terminamos con la famosa coplilla de la estrella escrita en la antigua capilla de la Virgen que decía: Esta es la estrella / que bajó del cielo a Estella / para regalo de ella, o para reparo de ella según la versión. El citado verso no se refiere a la "estrella" que vieron los pastores, como parecen pensar algunos ufólogos, sino a la Virgen.

Esta otra versión de la copla ("leyenda de un lienzo del siglo XVII custodiado en el convento de concepcionistas recoletas de la ciudad") parece mucho más evidente: Soy la Estrella / bajada del cielo al suelo / a dar luz a Estella / para ser Patrona de ella (Azanza, 2017; p. 29).

Conclusión: Relato puramente legendario, tradición piadosa estereotipada sin relación con ninguna “observación aérea inusual”.


Referencias citadas.

Arraiza Frauca, Jesús (1990). La Virgen del Puy en Estella y su comarca. Príncipe de Viana, Año nº 51, Nº 190, pp. 599-618. Institución P. de Viana (Pamplona).

Osés Urricelqui, Mercedes y Ros Zuasti, Antonio (2017). El Santuario del Puy, arte e historia. En montes y valles. Santuarios en Tierra Estella, pp. 40-51. Ed.: cofradías varias (Pamplona).

Soto Sandoval, Miguel de (1764). Vida de el Glorioso San Veremundo, monge y abad de Hirache... H. de Marinez (Pamplona), pp. 117 y 118.

Jimeno Jurío, José María (1998). Estella/Lizarra. Toponimia. Fontes linguae vasconum: Studia et documenta, Año nº 30, Nº 77, pp. 133-164. Institución Príncipe de Viana (Pamplona).

Felone-Morrás, Román (2011). Estella y el Camino de Santiago. Cuadernos de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, Núm. 5, pp. 223-233. Universidad de Navarra (Pamplona).

González Ollé, Fernando (1990). Relaciones lingüísticas vasco-románicas. A propósito de la etimología de Estella. Actas de las III Jornadas de Onomástica Estella, septiembre de 1990, pp. 1-23. Euskaltzaindia (Bilbao).[Publicado en 2008.]

Goñi Gaztambide, José (1990). Historia eclesiástica de Estella. Tomo II. Ed. Gobierno de Navarra (Pamplona).

Lacarra, J. Mª., Vázquez de Parga, L., y Uría Ríu, J. (1949). Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, vol. III. CSIC (Madrid).

Vilatte, Sylvie (1996). La «déuote Image noire de Nostre-Dame» du Puy-en-Velay: histoire du reliquaire roman et de son noircissement. Revue belge de philologie et d'histoire, tome 74, fasc. 3-4, pp. 727-760. Société pour le Progrès des Études Philologiques et Historiques (Bruselas).

Azanza López, José Javier (2017). Arquitectura de coplillas y gozos. Santuarios marianos en Tierra Estella. En montes y valles. Santuarios en Tierra Estella, pp. 28-39. Ed.: cofradías varias (Pamplona).



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