La observación de un fenómeno luminoso en Galicia, hacia las ocho y cuarto de la mañana del día 18 de enero de 1994, que supuestamente se estrelló en la sierra de Outes, sigue fascinando todavía a muchos ufólogos y periodistas del misterio.
Por ejemplo, para Miguel Pedrero es uno de los 20 mejores expedientes X españoles (Expediente 2, OVNIs estrellados en Galicia: Materia Reservada, Págs. 35-46). En el programa de radio La Rosa de los Vientos, del 27 de octubre del 2013, Bruno Cardeñosa decía sobre este incidente:
Por ejemplo, para Miguel Pedrero es uno de los 20 mejores expedientes X españoles (Expediente 2, OVNIs estrellados en Galicia: Materia Reservada, Págs. 35-46). En el programa de radio La Rosa de los Vientos, del 27 de octubre del 2013, Bruno Cardeñosa decía sobre este incidente:
Un caso extraordinario. Uno de los sucesos, dentro del mundo del misterio, más fascinantes que hayan ocurrido en nuestro país.
El día 19 de enero de 1994, la prensa local se hizo eco de las observaciones y la búsqueda del lugar de caída de un hipotético meteorito.
El astrónomo J.A. Docobo de la Universidad de Santiago de Compostela se interesó por el incidente y, en colaboración con otros investigadores, comenzó un amplio estudio del suceso. A los tres meses de los avistamientos se descubrió un "cráter" en Cando de Arriba (Sierra de Outes) que estaba a un kilómetro del punto de impacto previsto en los cálculos de los investigadores.
En 1995, J.A. Docobo y su equipo publicaron: El objeto luminoso del 18-1-1994 y el suceso de Cando (Outes) donde concluyeron que el fenómeno luminoso observado en Galicia en la citada fecha no era un meteorito, ni un bólido usual, ni chatarra espacial y que podría estar relacionado con el "cráter" aparecido en Cando. No descartaban que lo observado se tratase de un ingenio civil o militar.
En 1998 publicaron Investigation of a bright flying object over northwest Spain, 1994 January 18 en la revista Meteoritics & Planetary Science 33, 57-64.
Estas conclusiones fueron aprovechadas por algunos ufólogos para hablar y escribir, largo y tendido, sobre OVNIs estrellados en Galicia, el Roswell español, experimentos militares secretos, etc.
Estas conclusiones fueron aprovechadas por algunos ufólogos para hablar y escribir, largo y tendido, sobre OVNIs estrellados en Galicia, el Roswell español, experimentos militares secretos, etc.
Todo parece indicar que el "cráter" de Cando (que en realidad no era un cráter) no tuvo ninguna relación con el fenómeno luminoso observado el día 18 de enero. Para empezar, no se encontraron restos de meteorito, de OVNI o de un ingenio militar. Además, se desconocía la fecha exacta de la aparición de la cicatriz e incluso había discrepancias en la hora (según unos, ocurrió durante la noche y según otros, sobre las 16:30 horas). Cuando se produjo el "cráter" llovía y había tormenta. Sin embargo, durante las observaciones del bólido estaba despejado. Por otra parte, los radares militares de la zona no detectaron nada extraño durante la mañana de los avistamientos.
En un informe de la Guardia Civil fechado el 10 de noviembre de 1995, se menciona una entrevista a un individuo llamado José Manuel:
Que unos días después de la festividad de Reyes un vecino suyo oyó sobre las 16,30 horas un fuerte ruido coincidiendo con una fuerte tormenta de lluvia y relámpagos, no dándole mayor importancia; al día siguiente ese mismo vecino al pasar por el lugar se percató de la presencia del supuesto "cráter" y se lo comunicó. En opinión del informante la porción de tierra desbastada (28 x 10) fue debido a los efectos de la lluvia, por la posible formación de una bolsa de agua en el subsuelo dando lugar al hundimiento de la capa de superficie, significando al respecto que en los bordes no existían restos de tierra característicos de un impacto [...] La relación del citado ruido con el meteorito fue establecida como posibilidad por una joven residente en la zona que se lo comentó a un amigo y éste a su vez se lo transmitió al profesor DOCOBO de la Universidad de Santiago, a los tres meses de la ocurrencia... (vía Ballester Olmos)
El mes de enero de 1994 fue especialmente lluvioso en Galicia y el 18 fue el primer día que amaneció despejado. (Datos pluviométricos publicados en el trabajo de Docobo et al)
En la actualidad, J.A. Docobo considera que probablemente se trato de una curiosa coincidencia en el tiempo de dos fenómenos independientes. Sobre el origen del "cráter" dice, que entre todas las hipótesis planteadas la que más peso tiene es la de un explosivo corrimiento de tierra por un embolsamiento de agua que fue ganando presión. Un suceso insólito hasta ese momento en Galicia. Lo que si le queda claro es que no tuvo un origen astronómico ni militar. (Comunicaciones personales a Manuel Borraz, 2009, y Vicente-Juan Ballester Olmos, 2010)
Sobre las observaciones del objeto aéreo brillante, los relatos de los testigos gallegos son similares a las narraciones de otros avistamientos de bólidos. Entonces, ¿qué tenía de extraño dicho fenómeno luminoso? Los investigadores descartaron en su informe que lo observado fuese un meteoro porque según sus cálculos, basados en testimonios, la velocidad de la bola brillante era muy lenta y la altura de vuelo demasiado baja.
Trayectoria del fenómeno luminoso calculada por los investigadores. Los lugares de observación están señalados en el mapa con una equis. (J.A. Docobo et al, 1995). Hay que señalar una cuestión muy relevante que habría dado más precisión a la reconstrucción de la orbita del fenómeno luminoso: Observaciones al oeste de la citada trayectoria. A pesar de que los investigadores estuvieron buscándolas, no encontraron ninguna.
Como señala Manuel Borraz en su trabajo, El enigma del meteoro imposible: las observaciones del 18 de enero de 1994 y el "cráter" de Cando, no puede descartarse que el fenómeno se produjera más lejos, sobre el Atlántico y no sobre Galicia, desplazándose más alto y más rápido:
No sería pues descabellado contemplar la posibilidad de que se hubiera tratado realmente de un bólido, siendo erróneas las estimaciones debido a limitaciones en los datos observacionales de partida. En pocas palabras: no creo que pueda descartarse sin más que el fenómeno se encontrara más lejos (es decir, sobre el Atlántico, no sobre tierras gallegas), más alto y desplazándose a mayor velocidad de lo que indicaba la reconstrucción... En definitiva, la pregunta que queda en el aire es: ¿se habría tratado de un simple meteoro a pesar de todo?
Todo apunta a que habría sido un simple bólido, eso sí muy llamativo, y de un atípico corrimiento de tierra. Ambos fenómenos coincidentes en el tiempo pero independientes, sin relación. Pero por lo visto, parece que seguirá siendo un tema muy sugestivo y misterioso para algunos.
6 comentarios:
Ya.Posiblemente fuese el planeta Venus en una confusion optica y sonora de sus actividades planetarias.
O los raticulianos, vaya usted a saber.
Hola de la parte de un norteamericano. El asunto me parece muy interesante. Lo mas logico seria dar por sentado que se trata de un meteoro o bolido cayendo sobre el atlantico. Pero tambien hay otras posibilidades. Los investigadores han hecho un trabajo inteligente. Siempre vale la pena investigar estos fenomenos. De vez en cuando ocurre algo fuera do lo normal que queda inexplicado.
Hola Kenneth, ¿Qué otras posibilidades razonables hay para explicar el incidente?
Gracias.
Bueno, por ejemplo podria haber sido un test de misiles durante lo qual uno de los misiles sufrio un problema con su radar (si es que lo tenia) o con los datos programados en el sistema que guia las superficies de control aerodinamico (otra vez, si los tenia). Podria haber sido lanzado por la marina francesa, por ejemplo, o por los ingleses o los norteamericanos. Ellos tal vez prefirieron no informar a las autoridades espanolas del incidente, sobretodo si unos componentes del artefacto fuesen clasificados "top secret." O si no habian pedido permiso de los espanoles antes de lanzar el cohete en tal proximidad de la costa. Creo que no hubiese sido la primera vez que los americanos habian perdido algo parecido, y que despues del incidente no habian dicho "esta boca es mia", temiendo las consequencias si todo el mundo hubiera descubrido su error.
El Escuadrón de Vigilancia Aérea de la zona no detectó ningún misil. En el "cráter" no se encontraron restos de objeto artificial y desde la zona izquierda de la trayectoria del meteoro no hay testigos. Lo que indica que dicha trayectoria estaba más lejos, sobre el mar Atlántico, no sobre Galicia.
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